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Domingo 03 de febrero 2013

Antonio "Bigfoot" Silva demolió a Overeem en UFC 156

Por: Fidel Ríos G.
Antonio 'Bigfoot' Silva demolió a Overeem en UFC 156
Foto: Referencial

La lengua es un arma de doble filo que permite una infinidad de sensaciones como soltar profecías, cual veneno para ratas, y morir en el intento. Lo sucedido con el excampeón peso pesado del extinto Strikeforce, Alistar Overeem, cumple ese concepto al pie de la letra, tras caer ayer por un contundente nocaut en el tercer asalto ante el intermitente Antonio Silva, más conocido como el "Bigfoot" (pie grande). Aquel que mi primo Manuel, álias "Chino", confunde con un primitivo y yo, sin quedarme en la chacota, con un "cabeza de caballo". Pero ninguno de los dos estaba alejado de la realidad, porque este luchador carioca -a los que vieron la pelea desde el arranque- dejó percibir una mezcla de miedos: respeto, quizás porque el europeo se retiró campeón de tres marcas distintas de MMA, entre ellas el K-1, Dream y el Strikeforce; y las tendencias, un resumen positivo de su oponente simplificado en el común denominador de los que gustan este deporte. Así estaba cantada la victoria de Overeem y derrota de Silva.

Al contrario de lo imaginado, sin embargo, la novela se convirtió en una pesadilla para Overeem cuando vio los ojos del rival al término del segundo round, pues el primero lo ganó a chispazos. Nada espectacular. Aunque el segundo round representó la catarsis de este "hermoso" deporte de las Artes Marciales Mixtas. Ese donde un solo puño puede cambiar la historia y volverte pobre si apostaste, o dejarte con la boca abierta porque relacionaste masa muscular con victoria asegurada. Ni bien pasado el minuto dos del 2 round, Overeem tumba a Silva con una figura de Tae-Kwon-Do, y abajo Silva lanza duros codazos verticales a la cabeza del rival, que, si hubiera retrocedido el tiempo y aplicado el martillazo volador con el que perdió frente a la leyenda Mauricio "Shogun" Rua en el difunto Pride, todo sería diferente. La acción fue figurita repetida hasta el fin del round.

El tercer y último asalto de cinco minutos convirtió este duelo en el nocaut de la noche del UFC 156. El "Bigfoot" había enterrado el gran background de Overeem de su enorme cabeza, olvidado la derrota sangrienta ante el campeón Cain Velásquez, y cobrado los honorarios de su arduo entrenamiento en base a que cumplió ese estribillo de "nada está dicho hasta el final". Así se vio desde que ambos salieron como toros de ruedo yanqui, esos animales soltados previo aplaste de sus testículos y quemaduras "caletas" para enfurecerlos. En plena repartición de puños entró uno que preparó el terreno de la victoria y una patada alta en la sien; claro, además de ocho bombazos más que tumbaron a Alistar Overeem, quien ahora pensará dos veces antes de confiarse del rival de turno.

Un extra que no pasó desapercibido y debe ser sancionado con una amonestación verbal a fin de sobrevalorar más el deporte de las MMA a nivel mundial, fue la airada celebración de victoria del "Bigfoot" apenas noqueó a su rival. Si bien es posible cualquier tipo de alegría de victoria, (nocaut, sometimiento, rendición, puntos), el hecho de burlarse de un caído devela la sacudida de miedos, pero también de cobardía. Aunque muchos digan que Overeem lo tenía merecido y el "Bigfoot" haya cumplido esa profecía.

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COMENTARIOS
1 comentarios
Hola, realmente que mala vibra tu nota, dejando de lado que hay demasiados desvaríos respecto a las descripciones, mucha "lírica" poco contenido, sacas conclusiones con poca o ninguna información, Big Foot se acercó a regañarlo no a ofenderlo, a regañarlo, por la soberbia y matonería previa a la pelea, Overeem dijo que saldría a nockear al buen Pie Grande y se dedico a hacer bravatas innecesarias. Infórmate un poco más para la próxima y si no tienes mucha info mejor no te extiendas tanto, o investiga un poco más sobre el tema.

Saludos.
04 de febrero 2013
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