El llamado Zar: ¿otro burócrata más?

 
Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.” Winston Churchill

"No hemos definido [quién será], primero hay que ver cuál es el tamaño de la reconstrucción que se necesita. Eso lo sabremos una vez que esto termine, que será en diez o quince días, no lo sabemos". He ahí las palabras de Pedro Pablo Kuczynski al referirse a la idea de designar un “Zar de la Reconstrucción”.  Coincido con Ricardo Vásquez Kunze cuando señala que, en tiempos de regímenes democráticos, la palabra “Zar” para referirse a la persona que asumirá el cargo suena a autocracia.  Un término desafortunado, no cabe duda. Peor aún, a sabiendas que en el Perú tuvimos una mala una mala experiencia al respecto a raíz del terremoto de Pisco en agosto de 2007, cuando se designó al desaparecido Julio Favre como “Zar de la Reconstrucción”. Para ser más exacto, Forsur fue la denominación que se le dio al organismo que dirigió durante algunos meses Julio Favre. Si uno revisa los archivos periodísticos de los meses que siguieron al terremoto del 15 de agosto de 2007 puede darse cuenta que Forsur fue un desastre total. Al punto de que se tuvo que constituir una Comisión Investigadora y se señaló responsables. Mala experiencia entonces hubo. Hoy, casi diez años después de aquella mala experiencia, tenemos derecho a preguntarnos si las prerrogativas del llamado “Zar” estará por sobre de las de los ministros de Estado que hoy movilizados, tal como se puede ver, encuentran en las provincias afectadas llevando ayuda para los damnificados. ¿Los alcaldes y Presidentes Regionales le tendrán que hacer caso ciñéndose a sus dictados?  Ya conocemos, por experiencia, las respuestas.

Dicho esto, es bueno recordar que existe la Ley 29664, el texto legal que crea el Sistema Nacional del Riesgo de Desastres (Sinagerd). En esta norma se encuentran todos los protocolos al que hay que ajustar nuestras acciones ante este tipo de desastres o emergencias como los que golpean a nuestra patria. Allí se señala que es la Presidencia del Consejo de Ministros el ente rector. “Proponer al Presidente de la República la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, para su aprobación mediante decreto supremo con el voto aprobatorio del consejo de ministros, así como conducir, supervisar y fiscalizar el adecuado funcionamiento del Sinagerd.”, reza el texto. Nos preguntamos: si existe la Ley, ¿por qué el Presidente de la República pretende constituir algo que fracaso anteriormente? ¿Es que no está a punto de crear más burocracia? ¿Por qué añadir otra institución al organigrama estatal que seguro cruzará funciones, quién sabe cómo, con otros entes del Estado? Es algo que no entendemos. Aquí el responsable es el Premier. Es él quien debe liderar todos esfuerzos relacionados con la Reconstrucción de los lugares devastados por la naturaleza. El Premier junto con los Gobiernos Regionales y Alcaldes y, de ser posible, con la ayuda de las Fuerzas Armadas, debe reubicar a las familias que vivían en las riberas de los ríos y quebradas, instalar el alcantarillado pluvial y encargarse de la  supervisión en el proceso de la reconstrucción de los puentes que colapsado.

El Estado Peruano tiene las herramientas legales para hacer que esto funcione. No podemos crear organizaciones encima de las organizaciones. No debemos engrosar la burocracia en nuestro país. Señores con lo que tenemos podemos reconstruir y reubicar a las personas afectadas. Es hora de actuar y no lanzar al aire experimentos legales que no hace mucho mostraron, por no decir otra cosa, sus flagrantes limitaciones.