Espacios digitales: el nuevo concepto de diseño y arquitectura para oficinas

Hoy por hoy, en plena transformación digital, lo recomendable es modificar el concepto de “oficinas” para dar paso a los “espacios digitales” — que son el presente y el futuro—. Los espacios que no sean digitales pierden el sentido. El espacio de trabajo se convierte en una herramienta más que debe facilitar el desempeño y productividad de los profesionales.  

Luis Arce, Gerente General de 3g Office en Perú señala que, hoy por hoy es cuando se debe dejar de lado el debate entre openspace, despachos sí, despachos no, para empezar a pensar en espacios digitales. El proceso de transformación a ellos implica el engranaje de tres factores esenciales: personas, espacios y tecnología. La tecnología y el espacio son instrumentos al servicio de las personas. Cuando este engranaje funciona, se logran los objetivos que toda compañía desea:

• Eficacia de la estrategia corporativa y acompañamiento de todo el equipo.
• Incremento de la productividad y mejora en el servicio a terceros.
• Gestión del conocimiento y colaboración eficiente entre profesionales.
• Flexibilidad para que el profesional trabaje dentro y fuera de la oficina. Libertad de horario y lugar.
• Servicio más efectivo al cliente. Atención en tiempo real.

En razón a hallazgos de investigaciones realizadas por 3g Office en el mundo, Arce comenta que lo que más enfoca esta era digital es “huir” de la estandarización y buscar diferenciación en el diseño y construcción de espacios para laborar. Esta se logra, no solo con la implementación de nuevos sistemas o plataformas tecnológicas operativas para el trabajo, sino, sobre todo, con la formación y capacitación constante del equipo humano para el efectivo manejo de estas.

Del mismo modo, el vocero añade que:

• El nuevo espacio digital ocupa entre un 30% y un 40% menos de m2 que el tradicional, con el consecuente ahorro de gastos que puede ser de unos 500 $/m2. Esto hacer ver  que el coste de la transformación de espacios lo paga el ahorro que ese cambio implica.
• Es imposible cambiar hábitos y culturas sino cambias el espacio, por lo tanto, el nuevo espacio digital debe ser sostenible, flexible, adaptarse a la diversidad social y ofrecer variedad de elección, además de buscar el bienestar —wellness— del profesional.

“Cuanta más organización y sincronización haya entre personas, espacios y tecnología, mejores serán los resultados de las compañías.  La comunicación interna y la formación son esenciales en toda  transformación digital”, acotó.