Costo del dinero espada de Damocles en sector electricidad

César Gutiérrez, autor de estas líneas

En la discusión sobre un componente del costo de electricidad a consumidor final, como lo es la distribución por redes, conocida con el nombre de valor agregado de distribución (VAD), hay un tema subyacente que es el costo del dinero en el tiempo, que en la legislación peruana se le denomina tasa de actualización (TA).

La TA tiene gran incidencia en la cuantificación no solo del VAD, sino también en la capacidad (potencia) de los productores (generadores) y en la transmisión, que es la actividad de transportar electricidad desde la producción a los centros de consumo.

Una variación de 2% en la TA significaría para las empresas una disminución de sus ingresos en: 2.6% a los generadores, 12% a los transmisores y 32% a los distribuidores de Lima y Callao, si prospera la propuesta tarifaria de Osinergmin. Los consumidores a nivel de atención en 220 voltios, se verían beneficiados con una reducción de 11.7% en sus facturas mensuales.

Desde noviembre del año 1992, la Ley de Concesiones Eléctricas (DL 25844) estableció que la TA sería 12% anual real, dejando abierta la posibilidad de reducirla en 2%, si el valor establecido difería de la suma de la tasa libre de riesgo y el premio por riesgo país. La tarea de modificación corresponde al Ministerio de Energía y Minas (MEM), previo estudio contratado por Osinergmin.

La tasa libre de riesgo viene a ser el interés de los bonos del tesoro americano y el premio por riesgo país, es el denominado EMBIG (Emerging Market Bonds Index Global), que viene a ser la diferencia entre el interés de mercado de los bonos globales de un país y el de los Bonos del Tesoro Americano. Calculando con cifras oficiales, con promedios anuales en los últimos cinco años, el mayor valor de la suma de las dos variables, arroja la cifra de 4.406, que corresponde al período 2013-2014. Respetando la ley a pie juntillas, corresponde una reducción de 2% en la TA

Es obligación del titular del MEM hacerlo bajo responsabilidad, el estudio está en su despacho. Estampar su rúbrica significará una hecatombe tarifaria, así que debe ir pensando una salida legislativa. Preocúpese ministro por este inmediato negro futuro en lugar de estar divagando sobre la elaboración de un libro blanco.