Según fuentes judiciales, Rafael Correa solicitó asilo en junio y las autoridades belgas comenzaron a revisar la solicitud en agosto. Sin embargo, su abogado dijo a Reuters que "no hay nada sobre el asilo" y rechazó la noticia de una solicitud.
El exmandatario ecuatoriano ha afirmado que las investigaciones sobre su presidencia equivalen a "persecución política" y que está siendo atacado injustamente.
En julio, la Interpol rechazó una orden de arresto emitida por Quito para Rafael Correa, diciendo que era "obviamente un asunto político".
El ex presidente ecuatoriano ha residido en Bélgica desde 2017, cuando finalizó su segundo mandato presidencial. Correa sigue gozando de un amplio apoyo en Ecuador. Bajo su presidencia, invirtió fondos estatales de petróleo en educación e infraestructura, y aceptó la solicitud de asilo del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
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El exlegislador Fernando Baldo, un aliado de Correa que se convirtió en crítico, fue secuestrado en Bogotá en 2012. Pero poco después, la policía colombiana lo liberó y dijo que la agencia de inteligencia de Ecuador, Senain, estaba detrás. La agencia reporta directamente a la presidencia.
El poder judicial ecuatoriano afirma que tiene pruebas suficientes para procesar y obtener condenas de los acusados. Los dos oficiales de policía ingresaron en un programa de protección de testigos después de declarar que Correa había ordenado el secuestro.
El juicio fue suspendido poco después de su apertura. Según la ley ecuatoriana, Correa no puede ser juzgado en ausencia.
Es probable que el caso permanezca suspendido indefinidamente hasta que el ex presidente regrese a su país de origen o el juicio sea cerrado por los jueces.