Martes 23 de abril 2024 | Contáctenos
El viento y la lluvia llegaron al norte de California esta semana, brindando un bienvenido alivio a una región azotada por los incendios forestales más letales del estado y luego asediados durante casi dos semanas por una cúpula de humo denso y nocivo.
Un sistema de alta presión se había estancado sobre el Valle de Sacramento y el Área de la Bahía de San Francisco, dejando a los residentes hasta 200 millas al sur del Camp Fire tosiendo, jadeando y desgarrándose por los vapores acre.
La nube cenicienta cerró escuelas en toda la región durante más de una semana y forzó la demora del partido de fútbol UC Berkeley-Stanford, que se pospuso por primera vez en más de medio siglo. El humo del fuego que destruyó gran parte del Paraíso, California, sopló hasta la costa del Atlántico.
Los pronosticadores esperaban vientos y lluvias de 25 millas por hora para eliminar lo peor de la lluvia del viernes. Si bien eso mejoraría la calidad del aire, el clima húmedo elevó los temores de inundaciones y aludes.
Y el aire más limpio no significa que los riesgos para la salud hayan terminado. Médicos tan lejanos como Berkeley dijeron que continuaron viendo un ligero repunte esta semana en visitas a la sala de emergencias, particularmente de asmáticos, ancianos y niños, los grupos más vulnerables al aire contaminado.
Las molestias respiratorias, cardíacas y de otra índole también pueden seguir apareciendo dos o tres semanas después de que el fuego haya sido controlado, una respuesta tardía que probablemente se deba al impacto acumulativo de la inhalación de aire contaminado durante varios días. Eso es lo que sucedió después de los incendios mortales del año pasado en la región vinícola de California, dijeron los médicos.
Los impactos a largo plazo de dicha exposición, mientras tanto, son poco conocidos. Se han realizado pocos estudios para realizar un seguimiento de la salud de las personas durante meses y años, después de haber estado expuestos a altas concentraciones de contaminación de "partículas". Las emisiones son similares a las partículas tóxicas liberadas con la quema de combustibles fósiles. Pero los humos de incendio podrían representar un riesgo adicional, ya que incluyen sustancias químicas que se liberan cuando se queman las casas y los automóviles, y el aislamiento, los plásticos y los metales correspondientes.
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