Martes 16 de abril 2024 | Contáctenos
En una nueva diatriba contra la Iglesia Católica con el pretexto de una broma, el Presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte dijo que los obispos deberían ser "asesinados" por supuestamente no hacer nada más que criticar a su gobierno.
Rodrigo Duterte hizo el comentario al comienzo de su discurso ante los galardonados con el Premio Presidencial para Municipios y Ciudades Amigas de los Niños en Malacañang ayer miércoles 5 de diciembre por la noche.
Después de reiterar que creía en Dios, el Presidente dijo: "Pero estos obispos, mátenlos, esos tontos no sirven para nada. Todo lo que hacen es criticar."
El 26 de noviembre, Duterte sugirió que el obispo de Caloocan, Pablo Virgilio David, uno de los líderes más abiertos de la Iglesia católica en contra de su campaña antidrogas, se entregue a las drogas.
Esto siguió a su acusación de que David estaba robando dinero de los cofres de la iglesia. David había negado categóricamente las acusaciones.
Meses atrás, Duterte había sido convocado por sus burlas verbales contra los sacerdotes, seguidos de una serie de asesinatos de sacerdotes en diferentes partes del país.
Luego, el portavoz presidencial Harry Roque había dicho en defensa de Duterte que el presidente nunca incitó en realidad los asesinatos de líderes de la Iglesia Católica.
Su llamado al asesinato de obispos el miércoles fue seguido por una carcajada de su audiencia que, basándose en la prueba del portavoz presidencial Salvador Panelo, supuestamente mostraría que Duterte solo estaba bromeando.
Los derechos humanos y los grupos militantes han llamado a Duterte por hacer declaraciones improvisadas que incitan a la violencia, que los funcionarios del Palacio habían desestimado por las exageradas firmas del Presidente.
En el mismo discurso, Duterte repitió su explicación para su polémico comentario "Dios es estúpido", diciendo que nunca lo dijo.
"Lo que dije es que tu Dios es estúpido, el mío tiene mucho sentido común. Eso es lo que les dije a los obispos", dijo.
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