En los 897 días transcurridos entre el 28 de julio de 2016 y hoy viernes 11 de enero de 2019, la bancada de Fuerza Popular, si nos circunscribimos a lo que señalan los fríos números, ha perdido en promedio un congresista cada casi 53 días.
Una cadencia que desafía todo pronóstico que se hubiese podido barajar el día que Pedro Pablo Kuczynski juramentó al cargo de presidente Constitucional de la República, quien dicho sea de paso, permaneció en el cargo por 603 días.
Así lo indica la simple división entre los números de días transcurridos entre estas dos fechas y la correspondiente al de los congresistas, 17 en total, que decidieron tomar distancia de la que hoy se ha convertido por circunstancias, simple y llanamente propias a la política peruana, en la otrora mayoría del Congreso de la República.
Con 56 miembros, 17 menos que los 73 que tuvo el 28 de julio de 2016, resulta pertinente señalar, la bancada de Fuerza Popular, sola, no podría conseguir con sus propios votos que prospere, por ejemplo, una moción de censura como la que impulsó contra el titular de la Mesa Directiva del Congreso de la República, Daniel Salaverry.
Tampoco podrá, de no contar con el apoyo de otra bancada, conseguir que se apruebe una ley orgánica o alguna otra moción. Para la bancada de Fuerza Popular, que por el momento está sola y hasta cierto punto aislada, ha llegado la hora, no cabe duda, de la negociación, de hacer política en el seno del primer poder del Estado.