Un año para el olvido

“La división de poderes es la base de cualquier democracia y es fundamental que ningún poder avasalle los derechos de otro.”
Martín Vizcarra, discurso al asumir la Presidencia de la República

Un año ha transcurrido desde que el señor Martín Vizcarra asumió el poder. Un año pleno de confrontaciones con el Poder Legislativo. Un año en el que el señor Martín Vizcarra ha estado preocupado tan solo por las encuestas y, tal como él mismo repite como un mantra, en las entrevistas, sin leer, claro está, las críticas de sus adversarios políticos. Un año que nos sorprende, no cabe otro término, al Bicentenario. En un contexto de crecimiento de la anemia y el despilfarro del presupuesto público en gastos que no producen ningún beneficio para el pueblo peruano. 

Un año ha pasado desde el momento en el que el señor Martín Vizcarra tomó las riendas del poder del Ejecutivo. Doce meses cuyo balance nadie mejor que el señor Martín Vizcarra se encargó de hacer, cuando en el marco de una entrevista a un medio que no recibe publicidad estatal dijo: “¿Pero qué falencias? La reconstrucción del norte no ha tenido la velocidad que se esperaba. Tenemos que ver dónde está el problema para corregirlo. Poner el máximo esfuerzo no es suficiente. Tenemos que escuchar la apreciación de la gente, de los expertos, y con mucha humildad reconocer que hay cosas que se pudieron hacer mejor”. 

Una entrevista en la que el primer mandatario dijo asimismo siguiendo con la improvisación del balance del primer año: “Pensé que la propuesta de reforma política la llevarían al Congreso de una vez. Han dicho que primero la van a evaluar. La propuesta de reforma de justicia la hicimos nuestra, la llevamos al Congreso y luego vino el referéndum, que fue su validación social. Con la reforma política no están dadas las condiciones para un nuevo referéndum y por eso ahora la hacemos pública para compartirla con la sociedad. ¿Qué piensa de la bicameralidad? El 28 de julio dijimos que la bicameralidad iba a mejorar el desempeño legislativo, se planteó, pero ¿cuál fue el problema de la propuesta? El contrabando, el juego sucio, la criollada…¿Está de acuerdo en que la comisión de reforma sugiera la bicameralidad de nuevo? Se está evaluando”. 

Ante lo dicho cabe preguntar si acaso el presidente de la República ha olvidado que la reforma que sometió a consideración del país fue una iniciativa en contra del Legislativo en un momento en el que las encuestas lo favorecían, en una coyuntura en la que estaba afiebrado por la subida de las mismas. En unos meses de exaltación en los que poco le importó las consecuencias del referéndum auspiciado por él. Un hecho por el que hoy se arrepiente. Es muy tarde. Al margen de las propuestas del señor Tuesta, el pueblo ya dio su respaldo a la propuesta del señor Martín Vizcarra. No habrá bicameralidad, ni reelección parlamentaria es decir un completo zafarrancho político ad portas del Bicentenario. 

Él lo quiso así, enfrentándose al Legislativo, arrinconándolo como nadie lo ha hecho, viniendo a defender fiscales, dejando de lado compromisos internacionales. Él sabía muy bien lo que hacía. La comisión de las reformas políticas es una pirotecnia más del estilo del señor Martín Vizcarra. Su gran lema fue la lucha contra la corrupción. Preguntamos: ¿cuántas personas han sido detenidas por el caso Odebrecht en el Perú? Ni siquiera diez. ¿Y del gobierno del presidente prófugo? Ninguna. Encima, este gobierno firmó un acuerdo risible con esta corrupta empresa. El ministro debió ser censurado, pero una vez más el miedo hizo mella de muchos políticos. Se envalentonan en el hemiciclo, silbaron de medio lado a la hora de las definiciones.

En fin, un año para la mentar. Empezamos el nuevo la crisis de las Bambas, una crisis en el sector minero, nuestra principal fuente de ingresos. Esperemos que se llegue a un mejor acuerdo, así como esperamos que el Gabinete del Solar lleve a cabo las reformas reales que el Perú necesita, como la tributaria. Esperamos que ajuste los cinturones de la austeridad. Tirar por la borda el erario público es un crimen. Señor Premier piense en la anemia y en la reconstrucción del Norte. Que acabe las rencillas y póngase de veras a trabajar en este inicio de su segundo año. 

“La división de poderes es la base de cualquier democracia y es fundamental que ningún poder avasalle los derechos de otro.”
Martín Vizcarra, discurso al asumir la Presidencia de la República

Un año ha transcurrido desde que el señor Martín Vizcarra asumió el poder. Un año pleno de confrontaciones con el Poder Legislativo. Un año en el que el señor Martín Vizcarra ha estado preocupado tan solo por las encuestas y, tal como él mismo repite como un mantra, en las entrevistas, sin leer, claro está, las críticas de sus adversarios políticos. Un año que nos sorprende, no cabe otro término, al Bicentenario. En un contexto de crecimiento de la anemia y el despilfarro del presupuesto público en gastos que no producen ningún beneficio para el pueblo peruano.

Un año ha pasado desde el momento en el que el señor Martín Vizcarra tomó las riendas del poder del Ejecutivo. Doce meses cuyo balance nadie mejor que el señor Martín Vizcarra se encargó de hacer, cuando en el marco de una entrevista a un medio que no recibe publicidad estatal dijo: “¿Pero qué falencias? La reconstrucción del norte no ha tenido la velocidad que se esperaba. Tenemos que ver dónde está el problema para corregirlo. Poner el máximo esfuerzo no es suficiente. Tenemos que escuchar la apreciación de la gente, de los expertos, y con mucha humildad reconocer que hay cosas que se pudieron hacer mejor”.

Una entrevista en la que el primer mandatario dijo asimismo siguiendo con la improvisación del balance del primer año: “Pensé que la propuesta de reforma política la llevarían al Congreso de una vez. Han dicho que primero la van a evaluar. La propuesta de reforma de justicia la hicimos nuestra, la llevamos al Congreso y luego vino el referéndum, que fue su validación social. Con la reforma política no están dadas las condiciones para un nuevo referéndum y por eso ahora la hacemos pública para compartirla con la sociedad. ¿Qué piensa de la bicameralidad? El 28 de julio dijimos que la bicameralidad iba a mejorar el desempeño legislativo, se planteó, pero ¿cuál fue el problema de la propuesta? El contrabando, el juego sucio, la criollada…¿Está de acuerdo en que la comisión de reforma sugiera la bicameralidad de nuevo? Se está evaluando”.

Ante lo dicho cabe preguntar si acaso el presidente de la República ha olvidado que la reforma que sometió a consideración del país fue una iniciativa en contra del Legislativo en un momento en el que las encuestas lo favorecían, en una coyuntura en la que estaba afiebrado por la subida de las mismas. En unos meses de exaltación en los que poco le importó las consecuencias del referéndum auspiciado por él. Un hecho por el que hoy se arrepiente. Es muy tarde. Al margen de las propuestas del señor Tuesta, el pueblo ya dio su respaldo a la propuesta del señor Martín Vizcarra. No habrá bicameralidad, ni reelección parlamentaria es decir un completo zafarrancho político ad portas del Bicentenario.

Él lo quiso así, enfrentándose al Legislativo, arrinconándolo como nadie lo ha hecho, viniendo a defender fiscales, dejando de lado compromisos internacionales. Él sabía muy bien lo que hacía. La comisión de las reformas políticas es una pirotecnia más del estilo del señor Martín Vizcarra. Su gran lema fue la lucha contra la corrupción. Preguntamos: ¿cuántas personas han sido detenidas por el caso Odebrecht en el Perú? Ni siquiera diez. ¿Y del gobierno del presidente prófugo? Ninguna. Encima, este gobierno firmó un acuerdo risible con esta corrupta empresa. El ministro debió ser censurado, pero una vez más el miedo hizo mella de muchos políticos. Se envalentonan en el hemiciclo, silbaron de medio lado a la hora de las definiciones.

En fin, un año para la mentar. Empezamos el nuevo la crisis de las Bambas, una crisis en el sector minero, nuestra principal fuente de ingresos. Esperemos que se llegue a un mejor acuerdo, así como esperamos que el Gabinete del Solar lleve a cabo las reformas reales que el Perú necesita, como la tributaria. Esperamos que ajuste los cinturones de la austeridad. Tirar por la borda el erario público es un crimen. Señor Premier piense en la anemia y en la reconstrucción del Norte. Que acabe las rencillas y póngase de veras a trabajar en este inicio de su segundo año.