Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
Los funcionarios de la administración de Trump, en respuesta a un fallo judicial de este viernes, están listos para implementar una política que requeriría que los solicitantes de asilo permanezcan en México mientras se resuelven sus casos.
Este viernes, una corte federal de apelaciones en California levantó un recurso judicial que anteriormente bloqueaba la implementación de la política.
Los funcionarios de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) respondieron a la decisión ordenando al personal que se prepare para devolver a los solicitantes de asilo a México según la política a la que se refieren como "Protocolos de protección al migrante" o "MPP", según los correos electrónicos internos obtenidos por los medios de comunicación.
"Esto significa que la implementación de MPP puede reanudarse en espera del litigio en curso", se lee en la nota. "Mientras tanto, tenemos personal en espera para nuevas referencias".
Se espera que la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, que suspendió temporalmente la medida cautelar el viernes, emita una resolución permanente sobre si la administración puede restablecer la llamada política de Permanecer en México.
El entonces secretario de seguridad nacional, Kierstjen Nielsen, anunció la política por primera vez en diciembre y la utilizó para devolver con éxito a 1.000 migrantes a México antes de que fuera bloqueada en un tribunal.
"El estatuto que autoriza explícitamente el uso de los Protocolos de Protección al Migrante ha estado en los libros por más de dos décadas", dijo Alexei Woltornist, un portavoz del Departamento de Justicia, al Times. "Y el Departamento de Justicia defenderá enérgicamente nuestra capacidad para usarla".
A raíz de la expulsión de Nielsen a principios de este mes, los funcionarios de la administración de Trump habrían considerado una serie de acciones ejecutivas diseñadas para pasar de un sistema de inmigración basado en la familia a uno más meritocrático. Las posibles respuestas incluyen el endurecimiento de las restricciones de visa en los países cuyos nacionales tienden a quedarse más tiempo que sus visas, además de dificultar la inmigración de los cónyuges de los titulares de visa H-1B.
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