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Viernes 07 de junio 2019

La post confianza

Por: Jorge Luis Mantilla
La post confianza
Foto: Difusión


Mg Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

In memorian de Javier Barreda

El Congreso otorgó la confianza al Gabinete Del Solar a fin de que se inicie el debate de la llamada “Reforma Política”. Se puso fin, por el momento, a los juegos de pirotecnia iniciados la semana pasada cuando el presidente accesitario se dirigió a la Nación. Un mensaje en el que, tal como hizo a principios de año cuando al regresar presuroso de Brasil para oponerse a la decisión del entonces Fiscal de la Nación, Martín Vizcarra, presa de la ¿obsesión?, una vez más se fue con todo contra el ahora fiscal supremo Pedro Chávarry.

Al presidente accesitario no le importó el riesgo país. Al parecer le dio igual que el tipo de cambio del dólar se dispare o que las tan necesitadas inversiones se contraigan. Al sucesor de Pedro Pablo Kuczynski, no cabe duda, le importó muy, pero muy, poco, por no decir otra cosa, la inestabilidad política que ha ocasionado su accionar. En lo que va de la historia del Perú independiente, hasta la llegada de Martín Vizcarra al poder supremo, no se había visto a un jefe de Estado llevado a actuar arrastrado por el encono por un rival político.

Como si fuera poco lo que le concierne al presidente accesitario, el premier Del Solar no se quedó atrás. Hizo llegar al Congreso una cuestionable e inaceptable carta en la que fijaba plazos para la aprobación del paquete de normas que componen la llamada “Reforma Política”. Un hecho que no deja de sorprender, ya que Salvador del Solar es abogado de profesión. Un político, en principio, con conocimiento en materia de los fueros de los poderes del Estado. A no ser que, estudiante el otrora actor, aprobó la materia de Derecho Constitucional en examen sustitutorio.

Nadie puede negar que el Congreso, ante los millones de peruanos, es una institución muy venida a menos. Los porcentajes de desaprobación que arrojan las encuestas llevadas a cabo para tener una idea de cómo le va a esta institución de cara al país son la prueba fehaciente. Es cierto que la conducta de muchos congresistas deja mucho que desear; pero también es cierto que los llamados padres de la patria han sido elegidos por votación popular y que la mejor forma de que se elija mejor a los congresistas es a través de una reforma política seria: ajena y lejana a la que a empellones quiere imponer el presidente accesitario.

Una reforma propuesta por unos “notables” que no militan en partido político alguno. “Notables” que no conocen cómo es la vida política. Un grupo de teóricos o especuladores de escritorio y laptop en un país tan pluricultural como es el nuestro: una realidad, ¿quién que haya hecho vida partidaria podría decir lo contrario?, en la que hacer política es todo un desafío. Crear un partido político, propagando una ideología y doctrina creada para tal fin, pasa por la difícil tarea de atraer militantes, no es pues una labor de fácil ejecución: un hecho que Martín Vizcarra y su premier de turno, el dizque abogado Salvador del Solar, ignoran por completo.   

Lo que pasa, lo hemos dicho en anteriores entregas, es que cada vez que el señor Martín Vizcarra baja en las encuestas, el poder Ejecutivo convierte de súbito en piñata al primer Poder del Estado, el Congreso de la República. Y lanzada a los cuatro vientos, la amenaza de disolución planea causando serios estragos al país. Preguntamos: ¿Así van a continuar actuando quienes detentan el poder del Ejecutivo en lo que nos separa de julio de 2021? ¿Tendremos una vez más una crisis política producto de una pataleta presidencial ocasion ada por la caida en los sondeos? ¿Seguiremos en estas mismas andanzas erosionando los cimientos de las energías creadoras del país?

En verdad, debemos decirlo, el señor Martín Vizcarra sabe muy bien lo que está haciendo. Unido a las bancadas de la izquierda, el presidente accesitario quiere sembrar el caos en nuestro país con miras a que se convoque a una Asamblea Constituyente: a fin de poner, muy esperanzados todos ellos, punto final al modelo económico que les aterra. Y negarles así el progreso económico al pueblo peruano en nombre del amor a la pobreza de los sufrientes peruanos: nos remitimos a lo dicho por el actual ministro de Justicia sobre la posibilidad del llamado Estado Empresario. ¡Qué horror”!

La confianza pues está dada. La bancada mayoritaria se dividió en tres bloques a la hora de la votación, una vergüenza. La bancada aprista, incólume, le dijo “no” al Ejecutivo, pues la Constitución se debe respetar: a sabiendas que el actual Gabinete presidido por un actor que funge de premier no tiene nada concreto que mostrar. La reconstrucción del norte ha avanzado tan solo un 7%: lo han dicho gobernadores regionales. ¿En dónde están los mil hospitales prometidos?, ¿dónde los quinientos colegios que se iban a construir? Basta tan solo con ver el avance de la ejecución presupuestal: la ineficiencia campea por doquier.

Señor Martín Vizcarra, por lo que más quiera, muestre algo concreto a los millones de peruanos. Al igual que usted y el actor que tiene como premier hacen al fijar plazos al Legislativo a fin de forzar la aprobación en tropel de reformas que no solucionan la vida de los más necesitados, nuestros compatriotas tienen el derecho de fijarles plazos a ustedes. Actúe, haga caso, fíjele plazos a sus ministros para que disminuyen el número de casos de anemia, construyan colegios, edifiquen hospitales, fomenten la inversión... gobierne, por lo que más quiera, señor Martín Vizcarra.

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