El silencio de los inocentes

En su apesadumbrado programa ALO VIZCARRA, el gobernante de facto aplica la máxima de “si no puedes convencerlos, confúndelos”. Agradece al “pueblo” por su decidido apoyo en esta lucha contra la peste china; mientras en las redes sociales sus adláteres, conjuntamente con la prensa palatina, repiten al hartazgo que el incremento tanto de infectados como de fallecidos por esta pandemia es por culpa de “la gente que no entiende”.

¿Qué justificación -creíble por cierto- nos ha dado este gobierno para mantenernos confinados cerca de tres meses, mientras el número de fallecidos se incrementa, a la par que cientos de miles de puestos de trabajo se pierden a diario?. Ninguna.

Cada mañana damos cuenta de familias pobres parapetadas en sus casas a la espera del quizá el único alimento diario que tendrán, cocinándose a leña -o cualquier material inflamable- en ollas comunes. Gente a la que no le tocó bono, y si fue así ya se les acabó el dinero. Muchas de estas personas no quieren seguir recibiendo limosnas, sino que les permitan salir a la calle a laborar. El invierno ya está aquí y las cosas se pondrán peor (enfermedades respiratorias), y lo saben. Lo más triste: ¡ la indiferencia permanente del gobierno !.

En tanto, Vizcarra sigue apelando al bulo como herramienta para mantener su popularidad. Para desviar la atención del escándalo SWINGATE, y estar en sintonía con sus pares de Chile y Ecuador, anunció la reducción de salarios de aquellos funcionarios públicos que perciban la suma de S/. 15600, cuya recaudación irá para los deudos de los profesionales de salud fallecidos a consecuencia de esta pandemia. Irónico, pues apela al sentimiento de la población, sin pronunciarse por las jugosas consultorías al interior del propio ejecutivo.

Otra paparrucha. Semanas atrás anunció que Qali Warma entregaría inmediatamente las 170 mil toneladas de alimentos almacenados en los colegios, y así beneficiar a los 4 millones de niños. Al parecer estos productos estarían por malograrse (si ya no lo hicieron), por lo que el gobierno dispuso (Decreto Legislativo 1472) que los mismos sean entregados directamente a la población vulnerable. Con esta medida, Vizcarra nuevamente reconoce su incapacidad de gestión al dejar de alimentar a millones de niños pobres y de extrema pobreza.

Y, no podemos (ni debemos) pasar por alto la polémica norma dada por el gobierno (DU 056-2020) cuyo numeral 3.1 refiere “En el caso que el responsable de la instrucción de pago sea una entidad estatal, ésta establece un protocolo y un plazo máximo para que los beneficiarios, titulares de las cuentas, utilicen de manera total o parcial dichos fondos. Al término del plazo máximo, en caso la cuenta no haya tenido movimiento alguno, los fondos deben ser extornados de las cuentas y reintegrados por las empresas del sistema financiero y las empresas emisoras de dinero electrónico a la entidad estatal que corresponda”. En buena cuenta, si el gobierno te depositó dinero por bono o concepto análogo, y no lo usaste, entonces puede quitártelo, vulnerando el SECRETO BANCARIO.

Es lamentable que a pesar de haber sido el primero país en Latinoamérica en implementar la cuarentena, hoy seamos el segundo -después de Brasil- en contagiados y los terceros -luego de Brasil y México- en muertos; mientras, el inocente pobre encontrándose débil, vulnerable, desempleado, y hambriento, espera y espera la oportunidad de trabajar y llevar siquiera un pan para su hogar.