Miércoles 24 de abril 2024 | Contáctenos
La campaña electoral ha llegado a su fin en Estados Unidos. La suerte está echada. Decenas de millones, entre los 132 millones que podrían votar, decidirán quién será el inquilino de la Casa Blanca entre el mediodía del 20 de enero de 2021 y el mediodía del 20 de enero de 2025.
Decenas de millones de estadounidenses tendrán la oportunidad de poner coto al populismo de Donald Trump u optar por una política más tradicional y moderada, encarnada por el senador demócrata de 77 años Joe Biden.
Una victoria contundente de Joe Biden significaría un rechazo al nacionalismo y a la división de la sociedad estadounidense, así como al antimultileralismo que ha primado en lo que va de la administración republicana. Equilvaldría a jalarle la alfombra a los nacionalistas y populistas de la derecha a nivel planetario.
Al escoger al hombre que detentará el poder político de más alto nivel en la Unión, las decenas de millones de electores norteamericanos eligirán al líder que dirigirá el país a la hora de confrontar a la peor crisis económica desde la Depresión de 1929, en un contexto de pandemia que castiga duramente a una sociedad norteamericana racialmente dividida.
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