El juego de imágenes como engaño político

Durante las semanas previas a la segunda vuelta electoral en el Perú, el grupo de medios El Comercio y otros medios de comunicación han querido profundizar y distorsionar la relación existente entre el candidato presidencial Pedro Castillo y el exgobernador de Junín, Vladimir Cerrón.

Los dueños de dichos medios de comunicación ignoran la inmensa ola popular de rechazo al neoliberalismo actualmente existente, ola social de protesta ante el hambre y el desempleo y de enojo histórico, enojo nacido como consecuencia de la falta de comprensión de la clase media alta y ricos ante a su miserable situación económica y social.

Los adinerados y sus medios de comunicación pretenden conseguir, con este juego de imágenes, que los electores crean que el profesor Castillo está sujeto al pensamiento político de Cerrón y que Cerrón es un político malvado, que por ser presidente del partido político Perú Libre y en el cual el Profesor Castillo es un militante, Cerrón es quien hace y deshace con respecto a la candidatura presidencial de Castillo, desconociendo con este proceder que los millones de provincianos y marginados que apoyan a Castillo, ya no creen en lo que ellos dicen y que, por el contrario, ellos rechazan su ataque mediático.

Los ricos y su fuerza publicitaria buscan que la población piense que de ganar Pedro Castillo, el presidente verdadero, el que actuará detrás del sillón presidencial, será en realidad el acusado y procesado Cerrón, a quien, los medios, lo presentan como un político corrupto, un ser despreciable, un ser indigno de volver a ocupar algún cargo político

Con este juego de imágenes proveniente de distinguidos miembros de la derecha económica y política peruana, varios de cuyos miembros están enjuiciados por corrupción, ellos buscan que Keiko Fujimori gane en la segunda vuelta electoral, sea presidente del Peru y cogobierne con ellos, por haberle dado el triunfo electoral y también por razones ideológicas.

En un supuesto caso, prácticamente imposible, si el destino hubiese puesto a Mario Vargas Llosa y a Keiko Fujimori en la segunda vuelta electoral, hoy la derecha económica y política y sus medios de comunicación, estarían haciendo un juego de imágenes para decir que Keiko no es candidata alguna, que el real candidato es su padre y que de ganar Keiko, su padre Alberto Fujimori y su cómplice Vladimiro Montesinos, serían los verdaderos gobernantes, quienes gobernarían desde la cárcel, la que prontamente dejarían por mano de Keiko en la presidencia del Perú.

Los dueños de los principales medios de comunicación, con algunas excepciones, dirían que, en un momento determinado Keiko despreció a su madre, le hizo daño físico, fue a estudiar a EUA financiado por su padre con dinero corrupto, que luego se convirtió en primera dama y que su actuación ante la elección de PPK creó la profunda crisis política que hoy tenemos.

Asi pues, estos adinerados y sus medios, quieren engañar a los electores, bajo el supuesto que ellos son ingenuos o tontos y que de todas maneras ganaran y que si no ganan luego ellos se auparán.

Sin embargo, ellos ignoran la inmensa ola de cambio que tenemos ante nosotros, ola de cambio y de reinvindicación que es resultado de un acumulado histórico, ola que crece con la funesta propuesta de Keiko, de más de lo mismo, es decir de más neoliberalismo, más subdesarrollo, más pobreza, más desigualdad y más desprecio social. !Faltaba más!