Benjamin Netanyahu, poseedor del récord de duración en el cargo de Primer Ministro del Estado de Israel, fue obligado ayer domingo 13 de junio a dejar el cargo. El líder de la derecha radical, Naftali Bennett, le sucede en el puesto luego de obtener el voto de confianza del Parlamento, en el marco de una sesión especial convocada para validar su proyecto de "coalición del cambio".
De los 119 diputados que se dieron cita a la Knesset, 60 votaron a favor de la coalición, que va de derecha a izquierda, incluido el apoyo de un partido árabe, que ha dado cuenta de los días poder a máximo nivel de Benjamín Netanyahu. Cincuenta y nueve parlamentarios, en su mayoría del Likud, del partido del primer ministro saliente se manifestaron en contra del voto a favor de la llamada "coalición del cambio".
El gobierno obrará para "toda" la población israelí, incluidos los judíos ultraortodoxos, que no tienen miembros electos en esta coalición, dijo en su discurso de investidura el nuevo hombre fuerte del Ejecutivo israelí, quien dijo, dirigiéndose a los parlamentarios que constantemente lo interrumpían, "¡Ciudadanos de Israel! Este es un momento político crítico y pido a todos que muestren moderación".
"El pueblo merece un gobierno responsable y eficaz, que coloque el bien del país a la cabeza de sus prioridades", dijo por su parte Yair Lapid, quien será el jefe de la diplomacia de Naftali Bennett y sucesor en 2023 del flamante Primer Ministro.
Al oficializarse el relevo en el cargo, miles de personas se reunieron el domingo por la noche para celebrar la partida de Benyamin Netanyahou. Una multitud exultante se dirigió a la plaza Rabin, ubicada en el centro de Tel Aviv, para celebrar el cambio de gobierno. El final de 12 años de poder del ahora lider de la oposición.