Para humectarlos y devolverles su textura natural es necesario seguir un tratamiento reconstituyente, al menos una vez a la semana.
La exfoliación será el punto de partida de este shock humectante. Para ello aplique sobre los labios y sus comisuras una crema exfoliante suave; si no tiene una a mano puede pasar una mezcla de miel y azúcar granulado.
Masajee los labios con mucho cuidado para no dañarlos y, luego, retire el exceso del exfoliante con agua tibia.
Aplique, después, una crema hidratante ligera y, cuando la piel de los labios la haya absorbido, coloque un poquito de vaselina, brillo o protector labial.
Además de seguir, al pie de la letra, este tratamiento, le recomendamos aplicar todas las noches un poquito de crema de coco, aceite para bebé o manteca de cacao y, durante el día, usar un labial con factor de protección contra los rayos UV.
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