Raúl Castro descartó reformas de corte capitalista pero anunció una mayor apertura para pequeños negocios privados y un plan para reubicar a un millón de funcionarios, en la primera sesión anual del Parlamento. El presidente también advirtió que "no habrá impunidad" para "los enemigos de la patria", tras la decisión de liberar a 53 presos políticos.
Ante la delicada situación económica de Cuba, el discurso de Raúl Castro en el Parlamento había suscitado curiosidad y expectativas. La población obtuvo una cucharada de lo que ha caracterizado a las intervenciones del presidente desde que asumió el poder: algunas medidas de ajuste pero no cambios radicales. En resumen, quedó claro que Cuba no tiene intenciones de reformar su modelo económico socialista aunque se propone actualizarlo, eso sí, “con mucha calma”.
Castro se refirió al millón de funcionarios excedentes, que pesan en las golpeadas finanzas públicas. Para paliar este desequilibrio, el mandatario cubano autorizó una mayor apertura para pequeños negocios privados.
"Nadie quedará abandonado a su suerte", dijo Raúl Castro, descartando despidos masivos.
Al clausurar la primera sesión anual del Parlamento, el mandatario anunció la ampliación del trabajo por cuenta propia, la posibilidad de contratación de mano de obra y comercialización de algunas producciones, en una economía 95% propiedad del Estado.
La decisión elimina "varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización de algunas producciones, flexibilizando la contratación de fuerza de trabajo", manifestó...
Leer más en rfi