José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. (Foto: Reuters)
“Sin ninguna base legal clara, el gobierno jordano niega a sus ciudadanos de origen palestino, los derechos básicos inherentes a la nacionalidad, como el acceso a la educación y al seguro de salud”, asegura Human Right Watch y advierte que “si esta política continúa, miles de personas perderán sus derechos cívicos elementales”. Según la organización, entre 2004 y 2008, más de 2.700 jordanos de origen palestino fueron desposeídos arbitrariamente de la nacionalidad de ese país. “Las autoridades privan a familias enteras de la posibilidad de llevar una vida normal y del sentimiento de seguridad del que disfruta la mayoría de la población de un país”, denunció Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Cercano Oriente, en un comunicado anexo al informe de 60 páginas.
Los palestinos que llegaron a Jordania después de la creación del Estado de Israel, en 1948, se convirtieron en un grupo mayoritario en el país. Al privarlos de su nacionalidad, en muchos casos, se encuentran por segunda vez en situación de apátridas.
Según la asociación humanitaria, esta medida es el resultado de una interpretación arbitraria de la decisión de Amman de cortar los lazos jurídicos y administrativos con Cisjordania, región que perteneció al reino de Jordania hasta 1967, fecha en que fue conquistada por Israel.
Adel Al-Hadid, un responsable del ministerio jordano del Interior, declaró a la agencia de noticias Reuters, que las acusaciones de Human Rights Watch eran infundadas.Fuente: RFI