El volcán islandés que despertó el 20 de marzo haciendo temblar la tierra fundió el hielo de los glaciares, provocando una gigantesca columna de humo constituida por vapor de agua y cenizas.
Al elevarse en el aire, estos elementos representan un peligro letal para los reactores de los aviones, lo que obligó a las autoridades aeronáuticas europeas a cancelar vuelos a medida que se aproximaba la nube.
Paradójicamente, el aeropuerto de la capital islandesa permanece abierto, puesto que los vientos llevaron la nube de cenizas hacia el este, afectando otras ciudades europeas.
Por este motivo, Gran Bretaña, Francia, Suecia, Noruega, Finlandia, Bélgica y Dinamarca se vieron obligados a cancelar vuelos. Del mismo modo, al menos 237 rutas que enlazaban los aeropuertos españoles con el norte de Europa fueron suspendidas informaron fuentes oficiales. En Estados Unidos fueron anuladas conexiones aéreas con el continente europeo. Las compañías aéreas estadounidenses, Delta, United y US Airways anunciaron la anulación de varios vuelos, principalmente aquellos cuya salida o destino es Gran Bretaña. En Francia, los aeropuertos de París, Roissy y Orly, cerrarán el jueves a las 23H00 locales (21H00 GMT), anunció la Dirección General de la Aviación Civil (DGCA). La erupción, ubicada a 125 kilómetros de la capital islandesa, podría durar semanas, incluso meses, pero nadie sabe con qué intensidad.Fuente: RFI