Antes de que abra sus puertas, la exposición universal de Shangai promete romper todos los récords según las previsiones. Se esperan entre 70 y 100 millones de visitantes durante los seis meses que permanecerá abierta la exposición, en su mayoría locales. Para el primer día de apertura, este sábado 1 de mayo, se prevén 600.000 visitantes para descubrir las propuestas de 189 países.
Nunca antes se habían registrado tantos países y además la cita de Shangai cuenta con un invitado nada esperado, Corea del Norte también participa, se trata de la primera vez que integra un acontecimiento de este tipo.
Otra de las características inéditas de esta cita es que se trata de la primera vez que un país en vías de desarrollo acoge la exposición por lo que Shangai ha puesto en el asador toda la carne y quiere dejar un sabor de boca mejor que el de los Juegos Olímpicos de Pekín. El presupuesto para conseguir impresionar es de altura, 3.000 millones de euros.
La inauguración prevista para esta tarde se anuncia también impresionante con un gran espectáculo de fuegos artificiales de una duración de 30 minutos. A ella asiste el presidente francés Nicolas Sarkozy con su esposa Carla Bruni.
Shangai: una fortaleza
Ante las previsiones de afluencia y la presencia de un centenar de jefes de Estado y de gobierno, la seguridad de la Exposición Universal tiene un gran reto, tal vez mayor que el de los Juegos Olímpicos ya que no dura dos semanas como la cita deportiva, sino seis meses.
A partir de este sábado, esta gran metrópoli de 20 millones de habitantes se convierte en una gran fortaleza, ya en los últimos días la presencia de las fuerzas de seguridad se ha hecho mucho más visible aunque Pekín no ha publicado los datos ya que estos números el régimen chino los guarda con mucho celo.
Se han intensificado los controles en la calle y en los bares, así como en los transportes públicos y en los privados. Estas verificaciones han hecho saltar la alarma entre las asociaciones de derechos humanos que han mostrado su inquietud. Sobretodo después de que Mao Hengfeng, crítico con el régimen fuera enviado a un campo de trabajo durante 18 meses.Fuente: RFI