El gran Gioacchino Rossini
Gioacchino Rossini (Pesaro, 1792- Paris, 1868), hijo de músicos, recibió el grueso de su primera información en el Liceo de Música de Bolonia, junto al padre Mattei, en particular contrapunto y composición. Su primera ópera bufa La Cambiale di matrimonio fue representada en 1810 en Venecia y su primera obra seria, Ciro en Babilonia, en 1812, ambos constituyeron sonoros fracasos.
Con Tancredi, Rossini se da a conocer fuera de Italia y su éxito es confirmado por La Italiana en Argel, en el mismo año. En 1815, el compositor acepta la dirección del teatro de San Carlos de Nápoles con la obligación de escribir una ópera al año por el mismo, aunque sea en Roma, no obstante, donde tendría lugar después la representación de El Barbero de Sevilla en el año 1816, el éxito de esta obra se convirtió rápidamente para los europeos en la opera cómica más popular de todos los tiempos.
En 1874, Rossini se instalo en Paris como director del Teatro Italiano, siendo nombrado igualmente Inspector General del Canto de Francia. Aunque Moisés (la versión francesa de su Moisés en Egipto) triunfa en 1827 a Guillermo Tell no se le dispensa una buena acogida en 1829. Dicho fracaso junto a los acontecimientos políticos que le hacen perder su situación oficial y la irresistible ascensión de Giacomo Meyerbeer, llevan a Rossini a tomar la determinación de abandonar la composición de obras para el teatro.
A los cuarenta años no escribía más que obras religiosas y pequeñas composiciones para el piano, como sus irónicos Pecados de mi Vejez... si bien es verdad que El Barbero de Sevilla corona su producción dramática, es menester citar no obstante, además de las operas ya mencionadas, La urraca ladrona (1817), EL conde Ory (1823) que son operas ligeras y Otello (1816), La dama del lago (1819), Semiramis (1823) que son operas mas serias. En total se cuentan treinta y cuatro obras dramáticas y bufas, a las que se añaden, entre otras, numerosas composiciones vocales sueltas, himnos y cantatas de circunstancia, así como cinco cuartetos para cuerdas muy famosos entre los estudiosos y entendidos de esta materia.
Guillermo Tell:
La acción de esta ópera transcurre en la región de los Cuatro Cantones en el siglo XIII, y enfrenta a patriotas suizos con las tropas austriacas que oprimen a los montañeses. Uno de ellos, Arnold salva al vida de Matilde, hija del tirano Gessler, de morir ahogada y queda prendado de ella. En cuanto a Guillermo Tell, Gessler le obliga a disparar una manzana colocada sobe la cabeza de su propio hijo, a pesar de que acierta, es encarcelado. Pero el héroe suizo se escapa y mata a Gessler con una de sus flechas; la revolución ha expulsado a los tiranos y el pueblo festeja la aurora de la libertad junto al héroe mientras Matilde, que sigue enamorada, halla refugio en los brazos de Arnold.
Semiramis:
La antigua leyenda de Semiramis, inspiro unas cuarenta obras líricas, desde la tragedia dramática de Destouches (1718) hasta la opera de Respigui (1910). Pero con el tiempo solo ha sobrevivido y con justa razón, la de Rossini; siendo esta la última ópera que compuso en Italia. Se trata de una obra ambiciosa en la cual el dominio del compositor, entonces en plena madurez de su técnica y habilidad, aparece de forma manifiesta.
El Barbero de Sevilla:
La acción de esta ópera, quizás la más famosa de Rossini, se ubica en Sevilla en el siglo XVIII; es la historia del viejo Doctor Bartolo empeñado en casarse con su pupila Rosina. Pero Rosina esta enamorada del joven Conde Almaviva que con la complicidad del Barbero Fígaro, se presenta disfrazado de varias maneras en casa de Bartolo para tratar de enamorar a la muchacha. En cuanto a Basilio, un jesuita muy sospechoso, sirve alternativamente a los intereses de Don Bartolo y el Conde de Almaviva. La obra acaba con el matrimonio de los jóvenes amantes.
La italiana en Argel:
La acción se desarrolla en el Palacio del Bey en Argel que sirve de marco a una ficción totalmente fantástica. Mustafa, el Bey, se ha cansado de su mujer Elvira y piensa entregarla a su esclavo favorito, Lindoro, encarga a Haly, capitán de sus corsarios, que le encuentre una guapa italiana para sustituir a Elvira. Haly captura a Isabela, la acompaña su viejo admirador Taddeo a quien hace pasar por tío suyo. Pero resulta que Isabela es la novia de Lindoro; la joven imagina una estratagema: la iniciación de Mustafa a la orden de los "Pappatacci", para intentar huir con sus compañeros de su cautiverio. El proyecto fracasa, pero Isabela y Lindoro podrán embarcarse juntos hacia su país de origen, Mustafa al final considera mas prudente volver con Elvira.