El técnico argentino Diego Maradona cedió a Lionel Messi el brazalete de capitán de Argentina, una de las insignias más sagradas para quien lo lució al consagrarse en el Mundial de México 1986. La “Pulga” Messi se convirtió en el futbolista más joven en lucir la cinta de capitán de Argentina.
El atributo fue concedido temporariamente, para el encuentro contra Grecia con victoria por 2-0 en Polokwane, a raíz de la ausencia forzosa del capitán titular, Javier Mascherano, en el Grupo B que la Albiceleste ganó invicta y pasó a octavos de final para jugar con México.
“Sería un pecado no poner a Messi (...) Leo juega porque quiere jugar. ¿El capitán? Se van a enterar el martes”, había dicho, misterioso, el seleccionador, pero la decisión de honrarlo con la capitanía estaba tomada.
La actuación del atacante como delantero pasó inadvertida, en una noche en que tuvo cancerberos durísimos que lo persiguieron sin dejarlo casi mover.
La actitud de Maradona tiene el valor de un gesto fuerte una señal clara de cuál es el lugar que aspira a darle al delantero.
“Quiero ser campeón, tengo a Messi”, fue la definición que lanzó el seleccionador en el Mundial de Sudáfrica 2010, en momentos en que “La Pulga” empezó a jugar con la Albiceleste con la misma jerarquía que lo hace en el FC Barcelona.
Mascherano fue preservado al haber acumulado una tarjeta amarilla y se podía perder el encuentro de octavos de final, aunque en rigor las amonestaciones sólo se limpian después de los cuartos de final.
Fuente: depor