De nada valieron los 16 kilómetros que Bradley corrió durante los 122 minutos de juego, tampoco los 148 del conjunto de los norteamericanos. En un match electrizante, no apto para cardiacos, los once de Ghana derrotaron al combinado del imperio. Poco pudo hacer también el apoyo del ex presidente norteamericano Bill Clinton en las tribunas, donde improvisaba como podía sus comentarios. Los muchachos de Ghana se encargaron de aguar hoy la fiesta.Ni bien había comenzado el partido, Prince, a los 5 minutos, dio la primera señal de alerta. Desde el lado izquierdo del área lanza un furibundo remate, vence a Howard, y les dice a todos que en lo seguiría las cosas iban a ser diferentes. Nada de favoritos, Ghana estaba en el rectángulo por algo e iba a dar todo por seguir en el certamen. Voluntad más que buen futbol por el lado norteamericano equilibran las cosas y permiten que el once de la bandera de las estrellas llegue con mayor contundencia al área africana y ponga en aprietos al 22 Kingson. El empate que era al parecer cuestión solo de minutos se hace esperar. El descanso sorprende a un equipo norteamericano en plena arremetida...
Partido de ida y vuelta en la segunda etapa, con un Ghana que trata de ralentizar el desplazamiento en el campo, hasta que un ataque en profundidad de Dempsey es frenado por un tacle desafortunado de Jonathan. La decisión es inapelable, Donovan se posiciona frente al balón, ensaya un gesto de concentración, ve la portería y remata el tiro penal muy hacia la derecha, da en la parte lateral del poste izquierdo, ¡ufff!... pero convierte a los 62 minutos.La historia parece repetirse. ¿Acaso la consistencia moral no está siempre de lado de los norteamericanos?, un poco de paciencia... Pues no, lejos de amilanarse los de Ghana, retoman las riendas y comienzan a imponer su fútbol cadencioso pero efectivo. Los norteamericanos son tomados por sorpresa, su hinchada también... Si quieren pasar a los cuartos de final tendrán que mostrar en el tiempo suplementario mucho más de lo que han mostrado durante los primero 90 minutos.Todo resultará infructuoso... el quipo africano se encarga a tan solo 3 minutos de iniciado el primer tiempo suplementario de recordarles a los norteamericanos quien está al frente. Gyan muestra también que sabe convertir goles que no sean a través de un tiro penal y desequilibra el partido una vez más… de ahí en adelante la desesperación campea en el lado norteamericano, idas y venidas, hasta que finalmente los Estados Unidos muerden el polvo de la derrota. Ghana se encargó esta vez de acabar con el sueño americano. Los mandó a casa...EL DEPORTIVO