Junto a sus hijos, tanto adoptados como biológicos, Brad y ella han formado una gran familia. "Y ahora mi vida es tan plena y tan fuerte y tan caótica en mi casa, pero el caos más bonito con todas estas adorables personitas", cuenta.
También ha contado que cada hijo tiene sus propias exigencias a la hora de comer e intentan satisfacerlos a todos. "El problema con preparar comida para llevar es que todos quieren algo diferente y no tienen ningún problema en decirlo, así que a menudo digo: 'No soy una camarera'".
FUente: Magazinedeellas