Ellos no respetaron los derechos de cientos de peruanos, pero el Estado sí les concedió el derecho de poder contraer matrimonio en prisión, a pesar de haber sido condenados por crímenes de lesa humanidad. Así, Abimael Guzmán, de 75 años, y Elena Iparraguirre, de 62 años, principales cabecillas del grupo terrorista Sendero Luminoso, se casaron en la prisión de máxima seguridad de la Base Naval del Callao.La ceremonia civil tuvo una duración de 15 minutos y estuvo a cargo de personal de la municipalidad de Chorrillos. Asistieron familiares de la pareja y autoridades penitenciarias.
Iparraguirre fue trasladada desde el penal de Chorrillos para la ceremonia y luego volvió a su centro de reclusión.El presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, anotó que la boda se realizó por motivos humanitarios y que la pareja no tendrá “luna de miel”, pero que en adelante tendrán derecho a visita conyugal, como cualquier otro recluso.