Brede Hangeland marcó el gol del empate del Fulham, luego de anotar un autogol
Fulham es la pesadilla del Manchester United. Vencidos en sus dos desplazamientos anteriores a Londres (0-2 hace dos años, 0-3 la temporada pasada), los Diablos Rojos no perdieron el domingo en el Craven Cottage (2-2), pero permitieron que sus anfitriones empaten el marcador dos veces consecutivas y que el Chelsea, único equipo en haber logrado dos victorias en dos partidos, se haga del liderazgo en Liga Premier. Las dificultades encontradas por el vice-campeón en la capital atenúan en algo los sentimientos de un Campeonato muy desequilibrado, ilustrado por los cuatro 6-0 en las dos primeras jornadas, de las cuales dos para los Blues. Después de todo, habrá quizás suspenso... Manchester United parecía en camino de vengar los resultados de las dos temporadas anteriores. Conducido por Hernández y Berbatov, preferido a Rooney, los Diablos Rojos dominaron el inicio del encuentro. El búlgaro se mostró gracias especialmente a una acrobática volea (10’), un potente disparo (22’) y un cabezazo peligroso (30’). En el minuto 11, su entrega a Paul Scholes permitió al pelirrojo mediocampista que cumplirá 36 años en noviembre marcar su 150avo gol en su equipo de siempre. La dinámica se desarreglo enseguida. Hangeland se reivindicaEvra dejó pasar el balón en la acción que generó la igualdad de Davies (57’), enseguida Nani tropezó con Stockdale en la ejecución de su penal (87’), aunque el portugués contó en el autogol de Hangeland, defensa noruego Fulham, a los 84 minutos. El mismo Hangeland con su metro 95 de estatura, siempre de cabeza, aunque esta vez en la meta contraria, anotó el del empate del Fulham en el minuto final del tiempo reglamentario (90’). Vía L’Equipe