La liberación de los dos cooperantes españoles, Roque Pascual y Albert Vilalta ha costado al gobierno español la suma de siete millones de euros. Así lo afirma hoy la prensa española, recogiendo informaciones que han sido confirmadas también por un mediador malí entrevistado en el Sahel por la AFP.
El gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero ha negado que la liberación de los rehenes se haya hecho mediante la contrapartida de un rescate. Como lo subraya hoy el diario conservador español ABC “el pago de un rescate a un grupo terrorista es ilegal” y ningún gobierno puede admitirlo públicamente.
En todo caso el gobierno de Madrid había hecho saber que estaba intentado negociar con los secuestradores, pero Zapatero declaró que ciertas informaciones solo pueden ser examinadas por la comisión de secretos oficiales.
La organización terrorista AQMI, rama magrebí de Al Qaida ha cobrado según las citadas fuentes tres millones ochocientos mil euros, mas o menos la mitad de esa suma de siete millones, estando destinada la otra mitad a los intermediarios que han facilitado la liberación. Sin dar mayores precisiones, los responsables de AQMI en un comunicado enviado al diario español El País, indicaron que “los rehenes fueron liberados tras obtener satisfacción a sus reivindicaciones”.
El grupo terrorista indicaba así mismo que su decisión de liberar a los rehenes españoles es “una lección para los servicios secretos franceses” por su tentativa militar para liberar al rehén francés Michel Germaneau, que fue asesinado por AQMI...
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