Julia Roberts descubrió el placer de la comida Italiana

Identificada quizás con la protagonista de Eat, prade, love (Come, reza, ama), a quien encarna en pantalla, la actriz norteamericana Julia Roberts descubrió el placer sensorial de la comida italiana, disfrutada a sus anchas durante el rodaje.En recientes declaraciones a la prensa, confesó sin ambajes que consumía cuatro o cinco pizzas diarias, en el intervalo entre filmaciones, sin que le enturbiara el deleite la amenaza de un aumento de peso a la vista. Pudo más el aroma incitante y la sensualidad de las pastas. Creo que engordé cuatro o cinco kilogramos durante el rodaje en Roma, pero valió la pena, añadió tras reiterar que nunca le ha quitado el sueño la preocupación por una esbeltez a costa de sacrificios y privaciones constantes. Sobre su relación en pantalla con el actor español Javier Bardem, dijo que al principio le inspiró cierto temor porque le parecía demasiado serio y reconcentrado, pero en cuanto empezaron a trabajar juntos todas sus prevenciones se esfumaron. Basada en una vivencia real de la escritora y periodista Elizabeth Gilbert, Eat, prade, love es una especie de road movie con la protagonista embarcada en un viaje de resurrección espiritual tras el naufragio de su matrimonio. Dispuesta a reconciliarse de nuevo con la vida y extraerle todos los jugos posibles, en su recorrido por Italia descubre el placer sensorial de la comida; en la India el remanso de la oración y en Bali el equilibrio interior y un nuevo amor pujante. Se trata del segundo largometraje del cineasta Ryan Murphy, quien debutó en la pantalla con la tragicomedia Running with scissors (Recortes de mi vida) guarnecida por un elenco de actores de la talla de Annette Benning, Brian Cox, Joseph Fiennes y Alec Baldwin. Con una vasta trayectoria, no carente de altibajos, Roberts llevó consigo durante un tiempo casi infinito el sello de Pretty woman, la "mujer bonita" de cautivadora sonrisa, en la que reveló su talento para las comedias sentimentales. La herencia la dejó atrás de la mano de Steven Soderbergh con una heroína ajena todo glamour, la Erin Brockovich del filme de igual nombre, una mujer terrenal, dueña de una voluntad de hierro. También la redimieron cineastas como Steven Spielberg, Stephen Frears y Woody Allen.

Fuente: prensa-latina