Rubia, alta, con ojos azules, Claudia Schiffer cumple hoy 40 años de edad. Hace 23, abandonaba su localidad natal, en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, para convertirse en una de las grandes y mejor pagadas topmodels del mundo.
En la última fase de su tercer embarazo volvió a ocupar la portada de una revista, la edición alemana de “Vogue”, desnuda y luciendo barriga.
Tenía sólo 17 años cuando fue “descubierta” por el director de la agencia de modelos Metropolitan en una discoteca de Düsseldorf. En aquel momento empezó una carrera meteórica.
La tímida alemana es el icono de la era de las supermodelos, en los años 90. Se calcula que su fortuna oscila entre $154 y $260 millones. Tan bien le fueron las cosas que en 1998, a los 28 años, decidió retirarse de las pasarelas. Schiffer fue la imagen de las grandes marcas del lujo mundial, como Chanel, L’Oréal, Revlon. Sus contratos millonarios eran la envidia de los futbolistas. Ella y las otras supermodelos como Naomi Campbell, Linda Evangelista y Cindy Crawford hacían sombra a estrellas del cine y la música.
“Ésa fue una época muy especial de la historia de la moda, tengo un gran recuerdo”, contó después Schiffer en una entrevista.
Con su disciplina prusiana y un cálculo digno de los mejores comerciantes, esta rubia de 1,82 metros supo vender su belleza a la perfección.No tomó drogas, no provocó escándalos, no mostró debilidad alguna.
Mientras sus compañeras bebían champán en las grandiosas fiestas que se celebraban en los mejores hoteles, Schiffer ya estaba sentada en un avión, de camino a su siguiente cita. Durante años no supo lo que significaba tener vida privada fuera de las pasarelas y de las grandes casas de moda.
Incluso su compromiso con el mago David Copperfield fue más una acción de relaciones públicas que una decisión personal. Con ello, la fama de Schiffer aumentaba en Estados Unidos y a Copperfield se le abrían las puertas de Europa.
La salida de Schiffer de Chanel en 1996, cuando Karl Lagerfeld la sacó de una manera muy poco fina al tacharla de “fenómeno del pasado”, marcó el final de la era de las supermodelos, recuerdan los expertos. Atrás quedó la época de los contratos millonarios para modelos que se hacían rápidamente un gran nombre.
En Alemania, Claudia Schiffer sigue estando en lo alto de la lista de las estrellas internacionales nacidas en su territorio.
Por su 40 años, no organizará ningún acto público y seguirá manteniendo su privacidad. “No estará disponible”, repite su agencia londinense. Ni fotos, ni entrevistas.
Fuente: Elmundo