En su primera reunión del Consejo de Ministros desde que volvió de las vacaciones, Sarkozy le ha pedido a su equipo que evite la polémica y redoblen esfuerzos para actuar desde el “diálogo y la pedagogía”. Una encuesta divulgada este miércoles da un 62% de rechazo a la reelección del Presidente.
El momento no puede ser más crítico para el presidente francés: la ola de críticas por la política de expulsión de gitanos ha puesto a sus funcionarios en la mira de la oposición y de los defensores de derechos humanos. La inminente ofensiva por la reforma de la Ley de Jubilaciones promete tensar aun más la cuerda.
Así encaró el gabinete francés la primera reunión tras un verano turbulento. Luego del encuentro, el portavoz del Elíseo Luc Chatel ha deslizado algunas de las palabras del Presidente. ”No va a ceder ante quienes buscan la polémica y propuso a sus ministros no ceder a una a confrontación estéril. Les pidió diálogo y pedagogía ante las inquietudes y las demandas, redoblar el coraje y enfrentar a las críticas muchas veces excesivas e infundadas”.
Más allá de esas palabras para sus ministros, lo que ha quedado claro es que la política en seguridad emanada de su discurso de fines de julio en Grenoble seguirá siendo idéntica. “Ni más ni menos”, dijo Chatel. También indicó que entre los temas tratados están dos de los que más dolores de cabeza han traído al Gobierno y a su gabinete en las últimas semanas: la reforma del sistema de jubilaciones, y según dijo, el respeto por las leyes y la laicidad y el combate contra la inmigración clandestina. Es decir, todas las aristas derivadas de la persecución contra los gitanos. Citando a Sarkozy, Chatel dijo que “ninguno de estos temas es fácil, ninguna solución obtendrá unanimidad y ninguna respuesta evitará el debate y las críticas”...
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