Una bomba estalló en la cadena Televisa y otra en la Dirección de Tránsito Municipal en la capital, sin causar víctimas. Mientras, el presidente Calderón anuncia que el investigador de la masacre de los 72 inmigrantes está desaparecido, no muerto como se especuló. El estado mexicano sigue vapuleado por la violencia narcotraficante.
La capital de Tamaulipas sigue sometida a la violencia de los narcotraficantes. El viernes estallaron dos coches bomba frente a las instalaciones de Televisa, en la colonia Sosa, y de la Dirección de Tránsito Municipal de Ciudad Victoria. No hubo heridos, sólo daños a vehículos estacionados y a los edificios próximos. El territorio mexicano aún no se ha recuperado del shock provocado por la muerte de los 72 emigrantes asesinados presuntamente por el grupo narcotraficante Los Zetas, cuando vuelve a verse sacudido por el ataque de los narcos. Los dos coches bomba explotaron en medio del fuerte despliegue de seguridad establecido en Tamaulipas tras conocerse el martes la masacre de los migrantes. De nada ha servido el dispositivo militar que el Gobierno ha establecido en las principales ciudades y carreteras del estado fronterizo con Estados Unidos. Ninguna organización se atribuyó la autoría de las explosiones pero se sospecha que puede haber sido causada por Los Zetas. De este modo, el estado parece fuera de control. Mientras se lleva a cabo el proceso de identificación de los emigrantes asesinados, dos investigadores de la masacre han desaparecido...
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