Un gol de penal también cuenta. Sobre todo cuando uno no ha marcado un gol desde el pasado mes de marzo, es decir un total de trece partidos de campeonato sin anotar. Fue gracias a un penal que Wayne Rooney, segundo máximo goleador en la Premier League la pasada temporada (26 goles) abrió el marcador para el Manchester United contra el West Ham la tarde del sábado en el Old Trafford (33’), poniendo fin así con su larga sequía. Dos goles más anotados por Nani (50’) y Berbatov, 19 minutos después, permitieron al vice-campeón inglés ganar 3-0 y ascender a la tercera posición detrás del Chelsea (a 2 puntos) y del Arsenal (1 gol de diferencia), ganadores en sus encuentros contra el Stoke (2-0) y Blackburn (2-1) respectivamente.
Vía L’Equipe