Señor de los Milagros, Patrón del Perú

ESTIMADO SEÑOR MUJICA:

Sigo con acuciosidad su variada participación en el aspecto político y social del país y debo felicitarlo pues son sus intervenciones siempre medianamente equilibradas con un tono mayormente sensato, que ayuda a formar una propia opinión sin pretender soslayar el derecho de pensamiento a nadie. En tal sentido y por la pluralidad de su accionar es que me permito escribirle y opinar, abierta y claramente sobre el próximo nombramiento del Señor de los Milagros como Patrono del Perú. Sabrá UD. Que “DE GUSTOS Y COLORES NO HAN ESCRITO AUTORES” reza el dicho. En tal sentido que enojoso y resentido fluyen los comentarios de aquellos que no profesan el catolicismo y que más aun cizañan y denigran al mejor estilo medieval a sus semejantes, propalando insulto y comentarios desmedidos. Como si no tuviéramos ya suficiente con la violencia generada por la delincuencia en todo sentido en nuestra Patria. Ellos con seguridad, delinquen enfrentándonos innecesariamente. Punto aparte y para clarificar el comentario es menester reconocer con hidalguía que sensatamente, mucha de la administración de nuestra Iglesia Católica, no se encuentra en sus mejores momentos, hecho que simplemente nos reconoce como humanos factibles a errar y que espero a corto plazo cambie por el bien de muchos. Sin embargo el reconocimiento a la Venerada Imagen del Señor de los Milagros es de por sí, tributar honor y reconocimiento, con mucho amor que involucra nuestros sentimientos de Fe y devoción y no de rencilla y odios como algunos malamente quieren asociar, comparándose con sus propia creencias sobre idolatrías y falsos dioses u otros arrastrando pensamientos excluyentes al mero estilo colonialista propio de una época Feudal. Eso Señor es mezquindad y porque no arrebato en insensatez. Lo mismo podríamos decir de la reciente Promulgación del Decreto que perenniza la Presencia del Señor Presidente de la República en el templo evangélico todos los 30 de Julio en el marco de las Fiestas patrias, hecho que aplaudo pues son parte de la fracción creyente del Perú. Hay que recordar que los inicios de esta Fe va de la mano con la historia del Perú pues al Señor de los Milagros le rindieron sus primeros culto, a mediados de 1600; a cargo de los esclavos negros y peruanos humildes residentes en plena época de la colonia y ellos son la fuente de inspiración para este prodigioso culto que a pesar de algunos advenedizos y con màs tres siglos de tradición ya se hizo Mundial. Es de entender que al absolutismo y fanático pensamiento de los seguidores de las antiguamente llamada Secta Evangélicas y hoy bautizada como Iglesias Evangélicas no les agrade nada de esto. Sin embargo causa gran decepción en el suscrito, que incliné muchas veces mi pensamiento; influenciado por UD, llegando a conclusiones en temas de carácter general, hallarlo ahora timorato y complacientes y hasta morbosamente opinando, no en contra del Señor de los Milagros claro está, sino más bien a favor de incitar a esta insana discusión que generan aquellos que absolutamente dan por saberse dueños de la verdad; que creen absoluta, o hacer primar ideas y conceptos religiosos irreconciliables en sus principios, pero que gracias a Juan Pablo II; que propicio se sentaran en dialogo de comunión para alcanzar la mayor plenitud no solo de idas y creencias sino en la armonía que pueden mantener a los seres inteligentes y civilizados creados y diseminados en toda la tierra, para una felicidad compartida. Aclaro que caería en el mismo error si creo tener la verdad como erróneamente algunos predican. Pero sin claudicar a mis conceptos e ideas en materia religiosa simplemente le pido recordar a los escribamos adeptos a esta pagina, que nuestros derechos de pensamiento e ideas en todo concepto se inician donde concluyen el derecho de los demás. Por último creo acertado el nombramiento que en camino esta. !VIVA EL SEÑOR DE LOS MILAGROS¡  Patrón del Perú.

Sé que posiblemente no publique esta nota pero así clarificare en Ud. la  tan famosa dicotomía humana.

Agradezco la gentileza de su amable atención.

NAHUM PINTO DEL ROSARIO