La compañía anuncia que implantará esta interfaz de alta velocidad en toda su gama de discos duros. Esto supone que podrán realizar transferencias de archivos de hasta cinco GigaBits por segundo, cinco veces más rápidas que los actuales USB 2.0. Además, en un movimiento más bien inusual, la firma estadounidense afirma que la actualización no supondrá ningún aumento de precio.
Los primeros en dar en salto al SuperSpeed USB 3.0 serán los integrantes de la serie eGo. En concreto se estrenarán los de 500 GigaBytes o un TeraByte de capacidad, que estarán disponibles a partir de octubre. Más tarde, durante el primer trimestre de 2011, le llegará el turno a los modelos compactos de la línea Prestige. Poco después, se extenderá a todo el catálogo del fabricante.
Al igual que Asus hizo en su momento, parece que el compromiso de Iomega con el USB 3.0 va en serio. Por ello comenzará a distribuir también tarjetas PCI con este tipo de puertos para instalar en el ordenador, a un precio de 45 euros. También venderá por separado unos adaptadores de retrocompatibilidad, de modo que los discos puedan seguir usándose en puertos 2.0. Aunque los 45 euros que costarán pueden echar para atrás a más de uno.
En cuanto a los Iomega eGo, mantendrán las mismas características que hasta ahora. Dispondrán de cifrado de hardware AES de 256 bits, y el sistema Drop Guard Xtreme para protegerlo de caídas accidentales (a una altura máxima de 2,13 metros). Ofrecerán al mismo tiempo su Iomega Protection Suite, un compendio de utilidades para realizar copias de seguridad de los ficheros. Su gama de colores cubrirá los tonos rojo, azul y plateado, al parecer dejando al negro de lado por el momento.