La pensión militar

Como suelen hacer otros colegas columnistas, cedo este espacio a un distinguido general en retiro que me escribe sobre el tema de la referencia. No tengo aún opinión formada y me gustaría construirla en base al debate.Estimado César:Existe una lamentable incomprensión de lo sui géneris que son las carreras de las armas. Durante ellas los sueldos son bajos y las exigencias múltiples. Por ejemplo, libre disponibilidad para cualquier situación que se nos exija (sin tener en cuenta sábados, domingos o feriados), inexistencia de las 8 horas de trabajo de la que gozan todos los trabajadores, cambios de colocación a cualquier lugar de la República (Costa, sierra o selva) lo cual obliga a cambiar de colegio a nuestros hijos, rigores durísimos por las condiciones del clima especialmente en las guarniciones de la selva donde no existen las mínimas condiciones de bienestar, etc.La carrera es atractiva por los alicientes que nos dan, como viajes de estudios al extranjero o nombramientos de agregados militares. También por la famosa frase hoy en desuso: "los militares dan de vivos y de muertos", precisamente por la pensión de cédula viva que dejamos a nuestras viudas.Comprendo que la civilidad sienta cierta animadversión hacia nosotros por los errores que han cometido algunos de nuestros camaradas, pero la mayoría de estos ya fueron sometidos a la justicia y a otros los está juzgando duramente la historia. Sin embargo la milicia existe desde los albores de la humanidad y mucho antes que la democracia.Comprendo también que si se desea la supresión de las FFAA, debe consultarse al pueblo mediante un referéndum. Pero mientras existan debe otorgárseles el trato que les dan, para no mirar tan lejos, la mayoría de nuestros países vecinos.No te imaginas la tristeza que esto ha generado en muchos, en otros rabia y odio. Te remito  sólo uno de los múltiples correos que están circulando entre los miembros de las FFAA y PNP. Tu clara inteligencia percibirá que esta situación engendrará hechos muy desagradables.La cédula viva proviene desde el tiempo del Mariscal Castilla. Claro que sin ese nombre: se llamó el Montepío que con el pasar de los años y con ciertos cambios llegó hasta nuestros días. Terminó en la Caja de Pensiones Militar Policial la cual no tendría problemas si no hubiera intervenido el inefable Vladimiro Montesinos y luego su manejo poco eficiente. Todavía subsistimos los beneficiarios del Montepío, yo soy uno de ellos.Muchos de mis camaradas estamos sintiendo las palabras de Antonio Machado:"No extrañeis que mi frente esté arrugada. Yo estoy en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas". Duele mucho que te quiten algo que con esfuerzo y las reglas de juego claras, te ganaste. Hoy las reglas están por cambiar.Con el deseo ferviente que esto se solucione sabiamente, te abraza.