El transporte de El Salvador está paralizado por tercer día consecutivo, después de que dos maras, la Salvatrucha y la M18, se unieran para protestar por la ley que las proscribe. El paro está provocando pérdidas millonarias en el país centroamericano.
Las dos pandillas, tradicionalmente enemigas, reaccionan a la ley que las ha ilegalizado y presionan al gobierno a negociar su legalización a cambio de una reducción de la violencia. Pero el gobierno ya ha dicho que no cederá. El ministro de Defensa, general David Munguía ha calificado los bloqueos de “actos terroristas”.
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