Exigen la derogación de la ley antiterrorista que les fue aplicada por protestar reivindicando tierras ancestrales. Cuatro diputados de centro izquierda anunciaron su adhesión. La Iglesia se ofreció a mediar con el Gobierno. Piñera avanza en una reforma legal que le permita poner fin a la medida.
En total, son 34 los presos mapuches que mantienen una huelga de hambre en la que sólo consumen líquidos. Este jueves, 22 de ellos cumplieron 60 días bajo esta medida. Los demás se sumaron en el camino. Pero la demanda es la misma: quieren que no se los procese por la ley antiterrorista, una norma que Chile arrastra de la dictadura de Augusto Pinochet. La ley permite el encarcelamiento de sospechosos sin límite de tiempo mientras son juzgados, y triplica las condenas que reciben en caso de que sean hallados culpables.
Los manifestantes están detenidos por enfrentamientos con la policía por su repetida lucha en demanda de las tierras que pertenecieron a sus ancestros, principalmente en la región de La Araucanía (650 kilómetros al sur de Santiago). Esas vastas extensiones de tierra están hoy en manos privadas.
Los enfrentamientos, que se vienen produciendo regularmente, son la excusa que utilizan las autoridades para detonar la persecución: así, acusan a los mapuches de atentar contra las autoridades, además de incendiar predios agrícolas...
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