La vida no siempre es lo justa que debería, para Diómedes y Lilia las circunstancias les son sumamente adversas, ellos trabajan juntos en diversos oficios, son recicladores, crían patos, y hacen todo lo indecible para mantener a su familia. Cada día enfrentan la dureza de su labor acompañados de su pequeña hija de cuatro años que sufre del mal azul.
Reciclan bolsas de plástico que llegan junto con los desperdicios en el camión de la basura. Para poderlas vender primero las lavan en el río Chillón, lo hacen agachados, en cuclillas, o haciendo pequeños pozos al costadito de la corriente para luego lavarlas con los pies descalzos (como pisando uva). Seguidamente esperan pacientemente que el aire las vaya secando de a pocos para luego meterlas en costales y llevarlas hasta el cerro en donde viven.
Ya en el lugar, cortan las bolsas hasta dejarlas en pedazos pequeños y luego las seleccionan por colores. Después de hacer esto las llevan a un molino que las tritura hasta convertirlas en polvo. Por este tedioso trabajo reciben 15 céntimos por kilo. Con suerte a veces pueden sacar 15 soles diarios, cuando no hay muchas bolsas hay que hacer otros oficios.
Una pareja trabajadora que deberá compartir dos días con Marisol y Celine Aguirre para lograr mejorar su calidad de vida y bienestar familiar. Este sábado en Vidas Extremas por ATV.