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Lunes 13 de septiembre 2010

Los jóvenes se entierran objetos mientras lidian con emociones dolorosas

Adolescentes de EU se incrustan objetos como puntas de lápices en la piel
Lunes 13 de septiembre 2010
Los jóvenes se entierran objetos mientras lidian con emociones dolorosas

Metal. Plástico. Puntas de lápiz. Esos son sólo algunos de los materiales que algunos adolescentes han usado para cortarse o para ponerlos en la herida después del corte. Se llama comportamiento de auto-incrustación y algunos adolescentes lo hacen como un intento de lidiar con momentos difíciles.

Un nuevo estudio en la revista Radiology (Radiología) demostró que 11 pacientes de entre 14 y 18 años tuvieron ese comportamiento, de un total 600 pacientes que han recibido tratamiento para retirar objetos extraños incrustados en el tejido blando de brazos, tobillos, pies, manos o cuello.

Los doctores quitaron con éxito 68 objetos extraños, de los 76 que encontraron en los 11 pacientes, con una técnica llamada "remoción de cuerpo extraño guiado con imagen". Los investigadores detectaron con ultrasonido objetos que los rayos X no pudieron detectar, y realizaron pequeñas incisiones para sacar los objetos dejando poca o ninguna cicatriz.

Uno de los casos es el de una joven de 17 años que se incrustó en el codo grapas, un clip desdoblado y fragmentos de grafito de los lápices. Otro chico de 18 años acumuló 35 objetos en su cuerpo en un periodo de dos años, incluyendo grapas, un diente de peine y una púa de tenedor.

Entre un 13 y un 23% de los adolescentes reportaron historiales de heridas auto infligidas no suicidas, pero el número real puede ser mucho mayor por la vergüenza y la culpa asociados a esos actos que hacen que no se reporten, indica el estudio.

Auto incrustarse es una forma menos común de herirse a uno mismo que cortarse, dijo Joseph Garbely, jefe médico del Friends Hospital en Filadelfia, Pennsylvania, que no participó del estudio. Los adolescentes con comportamientos de auto mutilación tienden a tener baja autoestima y problemas para enfrentar sus sentimientos, dijo. Algunos provienen de hogares violentos y otros lo hacen como rebeldía, o por imitar a amigos o manejar emociones difíciles.

Generalmente, el propósito de auto incrustarse y otras formas de herirse a uno mismo es para intentar aplacar sentimientos incómodos, dijo. Al tener esa conducta, el cuerpo libera endorfinas que, al menos de forma temporal, regulan las emociones de dolor.

La mayoría de adolescentes deja de realizar esos actos por voluntad propia, dice Garbely. Si la conducta persiste, no obstante, puede ser un indicio de enfermedad mental como desorden de personalidad limítrofe, desorden bipolar o desorden de estrés postraumático.

Auto-incrustarse generalmente no es un acto suicida, pero la persona puede desarrollar infecciones en la piel o peor: infecciones en los huesos o músculos. Los objetos pueden desplazarse dentro del cuerpo y llegar cerca a los órganos vitales, dijo el autor del estudio, el doctor William Shiels, a la revista Time. Quitar esos objetos es importante.

Los padres que noten ese comportamiento en sus hijos no deberían reaccionar con enojo o preocupación excesiva, dice Garbely. Si no hay riesgo de salud inmediato, no deberían llevar a sus hijos a la sala de emergencia. En vez de eso, hay que buscar ayuda de un profesional de salud mental, dijo. La terapia familiar es con frecuencia efectiva, como tratar problemas de abuso, negligencia o peleas entre padres, que pueden llevar al joven a auto-mutilarse.

Si el adolescente no está dispuesto a ir a un terapeuta, el padre debe encontrar un profesional de salud mental que tenga experiencia para tratar esos casos, dice Garbely.

CNNMexico

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