Jaque a la razónPor Cesar CamposDiario ExpresoLima, 13 de septiembre de 2010
Estimado Julio: Creo que la renuncia de Mario Vargas Llosa a presidir la Comisión encargada de materializar el Museo de la Memoria, refuerza mi posición. Imaginar que Vargas Llosa, muchos ciudadanos con cierto nivel de información y el suscrito, queremos hacerle el juego a los enemigos de la democracia, nuestras FF.AA. y la PNP, resulta descabellado. Lo que pasa Julio es que este grupo de ciudadanos tampoco somos fascistas ni creemos que la sangre se paga con sangre; menos por acción del Estado. No hablo de las confrontaciones armadas con los miserables terroristas que declararon la guerra al país, sino de la absurda política de acreditar la represión a los subversivos metiéndose en pueblos pequeños y alejados para acabar con mujeres, niños y ancianos. Eso, aquí y en la Cochinchina, se llama crimen, abuso, barbarie y no puede justificarse de manera alguna. En la entrevista que le hicimos para EXPRESO la semana pasada, el presidente Alan García nos dijo que cinco o seis patrullas de las 14 mil que tuvo el Perú en la lucha contra el terrorismo, cometieron tropelías. Le creo. Pero los autores de esas tropelías deben pagar por sus asesinatos y no beneficarse de las trampas de una ley. Ahora, puedo aceptar el sentido del Decreto Legislativo 1097 desde la perspectiva sustentada por Víctor García Toma (lo que tú dices: evitar que los jueces mantengan durante muchos años en el limbo de la incertidumbre a los soldados y oficiales procesados por delitos de lesa humanidad) pero no la de Rafael Rey, introduciendo modificaciones que hacen la norma contradictoria e incluso inconstitucional. Ahí está el equívoco junto al desmunal desatino de consultarle a Nakasaki su parecer sobre la norma. Un gran abrazo ingeniero. César