Zlatan Ibrahimovic no es una marioneta y le gusta hacerlo saber donde quiera que vaya. Los grandes clubes de fútbol tienen el mismo funcionamiento tribal que el de las prisiones tribales y Ibra lo ha entendido.Recién llegado a Milán, no perdió tiempo para marcar su territorio. Durante un entrenamiento en Milanello, sin razón aparente, golpeó con el pie a su compañero Rodney Strasser de Sierra Leona, a quien no parece de verdad apreciar.En momentos como éste, nos gusta recordar acerca de Zlatan, el especialista en artes marciales (que ejerció hasta que fue 19), en torno al altercado entre Materazzi y Balotelli: “Si me Materazzi me hubiese atacado así, lo hubiera dormido en dos segundos”.Es importante recordar que Materazzi no había apreciado la entrada de Balotelli en el partido de ida de la semifinal de la liga de Campeones con el Barça y no se privo de hacerlo saber en forma viril en el túnel de San Siro.
Via sofoot.com