Bernard Accoyer, presidente de la Asamblea Nacional francesa. AFP/ JACQUES DEMARTHON
Los diputados franceses aprobaron hoy el polémico proyecto de ley de reforma de las pensiones, texto con el que se eleva la edad de jubilación hasta los 62 años, considerado prioritario en el mandado del presidente, Nicolas Sarkozy.
El texto fue adoptado tras un duro debate parlamentario, que se extendió durante toda la noche pasada y que fue suspendido por el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, para evitar el retraso del voto.
La reforma de las pensiones recibió 329 votos a favor, los de la mayoría conservadora de la UMP, mientras que se opusieron sus socios del Nuevo Centro y la oposición de izquierda, que totalizaron 233 sufragios.
El texto deberá ahora ser debatido por los senadores antes de su adopción definitiva. Oficialismo y oposición libraron una dura batalla por este texto que ha desatado polémica y provocado las manifestaciones gigantes el pasado 7 de septiembre en las que 2,5 millones de franceses salieron a las calles en varias ciudades del país.
De un lado, el partido de gobierno, la UMP del presidente Nicolas Sarkozy, quería aprobar la reforma el miércoles como estaba previsto. Pero la oposición, liderada por los socialistas -alentada por una opinión pública en su mayoría hostil a la reforma- intentó por todos los medios retrasar el voto solemne...
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