El encuentro se inició en Bruselas este jueves y el primer objetivo será calmar la primera gran polémica entre el Ejecutivo comunitario y un Estado miembro a raíz del cruce de acusaciones entre la comisaria Viviane Reding y el París. La presidencia rotatoria de la Unión Europea dio un tibio apoyo a la Comisión. Cronología de un verano controvertido.
Más allá de los primeros acuerdos referidos a un mega acuerdo comercial bilateral con Corea del Sur, el tema que obsesiona los funcionarios europeos y a sus consejeros este jueves es cómo desactivar la bomba que se plantó en el escenario europeo entre Francia y la Comisión alrededor de las política sobre los gitanos (ver “Una escalada…”).
"Todo el mundo está de acuerdo en que la Comisión debe vigilar que Francia aplique correctamente la legislación comunitaria, que garantiza la libertad de circulación de todos los ciudadanos europeos”, indicó el primer ministro belga, Yves Leterme, cuyo país ostenta este semestre la presidente rotativa de la Unión Europea (UE).
Pero los ciudadanos europeos deben "respetar el derecho de propiedad, y las reglas que rigen la libre circulación", añadió Leterme, apoyando tibiamente a la Comisión y buscando calmar los ánimos de manera más diplomática después de que Francia fustigara a Bruselas por haber criticado duramente sus expulsiones de gitanos a Rumania y Bulgaria del territorio francés...
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