José Mourinho confiaba el partido contra el Espanyol de Barcelona para demostrar que el Real Madrid podría marcar la diferencia a nivel ofensivo. Es un éxito en el marcador (3-0), pero si nos fijamos en el juego... La llegada de José Mourinho ha sido programada de manera que el club vuelva a ganar títulos. Pero si el Real no juega bien, el portugués podría correr el riesgo de sufrir, el público madrileño es terriblemente exigente.En el césped en el Bernabéu, una vez más lamentable, no hubo gran cosa para poner por delante. Cristiano no es capaz de lograr un solo regate. El portugués dio un pase decisivo a Higuaín al final del juego (77’), después de haber encontrado el camino de la red desde el punto de penalti (27’). La oportunidad para él para dedicar el gol a su hijo, Cristiano Junior, chupándose el dedo.Los porteros a la altura de las circunstancias, marca Benzema El Espanyol de Barcelona se mostró sin embargo peligroso: en el 6to minuto, Callejón se perdió un gol solo a seis metros y Casillas sacó a relucir el gran juego contra Verdú y Álvaro (53’, 83’). En este encuentro, que finalizó a 10 contra 9 (expulsiones de Pepe, Galán y Forlin), son los porteros que se lucieron, ya que Kameni estuvo también a la altura frente a Di María (7’), Higuaín (77’) o CR7 (82’, 90’). En sus dos siguientes desplazamientos (ante el Levante en la Liga y ante el Auxerre en C1), la Casa Blanca debería ofrecer más juego a fin despejar las interrogaciones. En lo que concierne a Benzema, este marcó algunos minutos después de ingresar al campo de juego tras un pase del pivote Lass Diarra (87’). Un soplo de aire fresco para el delantero internacional francés.
Vía L'Equipe