Los sindicatos esperan movilizar este jueves a más personas que el pasado 7 de septiembre cuando salieron a las calles de toda Francia entre 1,1 et 2,7 millones de manifestantes. La CGT y FO hablan incluso de reconducir las huelgas en los próximos días para obligar al gobierno a que haga concesiones sobre la reforma que ya fue aprobada la semana pasada en la Asamblea Nacional.
Los responsables sindicales esperan sacar en las manifestaciones a más de 2 millones de personas. Esta es la meta que se ha marcado al menos el secretario del sindicato CFDT, François Chérèque quien considera que si se consigue esa cifra, el gobierno va a tener que modificar la reforma. “Más allá de ese número de manifestantes, estamos ganando apoyo popular”, dijo al diario Le Parisien.
El tráfico en los transportes públicos, metro y trenes, así como en los aeropuertos se verá fuertemente afectado. En Charles de Gaulle y en Orly los vuelos se han reducido a la mitad. También la actividad en la enseñanza públcia se verá perturbada.
La oposición a esta reforma va en aumento. Aunque el 63% por ciento de los franceses son favorables a reformar el sistema de pensiones, conscientes del déficit de 70.000 millones de euros que se prevé para el 2030, quieren “otra reforma”, según una encuesta del Instituto CSA. Además el 70% rechaza los principales puntos propuestos por el Gobierno: aumentar de 60 a 62 años la edad mínima de jubilación y de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa.
La CGT califica la forma en la que se está llevando la reforma de las jubilaciones, la más polémica de la presidencia de Nicolas Sarkozy, de “autoritaria” y “sin debate”. Una reforma conducida por el cuestionado ministro de Trabajo Eric Woerth envuelto en el escándalo político-financiero de la heredera de L’Oreal...
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