Opción mentirosa: La de Carlos Roca en nombre de un APRA "de izquierda"

Opción mentirosa Columna: Agenda Política  Por: César Campos R.   El dirigente y subrogado candidato del PAP a la alcaldía de Lima Carlos Roca, ha declarado que apoya a Susana Villarán, añadiendo que “los verdaderos apristas jamás votaremos por la derecha, por una candidatura que representa los sectores económicos (sic)….”   El tema resulta digno de análisis. Lo primero es que la determinación de Roca para respaldar a Villarán o a quien le venga en gana, constituye un ejercicio libérrimo de voluntad al que nadie puede ni debe oponerse. Esto en la medida que la plaza capitalina quedó huérfana de un aspirante del Partido del Pueblo y su dirigencia ha ratificado – por boca del Secretario General Político interino Wilbert Bendezú – la absoluta independencia de los apristas para votar en el sentido que crean conveniente.   El PAP entonces, no tiene voto de consigna. Pero cuando Roca agrega que “los verdaderos apristas” jamás sufragarán por la derecha, incorpora un sesgo de personificación excluyente del sentir general de sus compañeros que choca directamente con lo expresado por Bendezú. Allí inicia una atorrante y vanidosa aventura, típica del sectarismo político del siglo pasado, mediante la cual busca encarnar un APRA “de izquierda”.   La opción es huachafa y mentirosa por donde se le mire. Nadie como Roca contribuyó – en sus años de militancia aprista – a consolidar un APRA de confrontación directa con el marxismo-leninismo y todas sus variables. Roca fue heredero ideológico del Víctor Raúl haya de la Torre imbuido en sus reflexiones post II Guerra Mundial, residente en la Europa de la alianza del Acero entre Alemania y Francia, del Benelux y el mercado común, del que declaró a la revista LIFE que seguía creyendo en el capitalismo como el mejor oferente de oportunidades para la afirmación democrática.   Roca trasladó ese marco político a su accionar como estudiante de la Universidad Católica, donde una decisión nada solidaria de sus oponentes comunistas el año 1975  – a cuya cabeza estaban todos los amigos de ruta de Villarán – le impidió hacer uso de la palabra durante una asamblea en el Fundo Pando para que se defendiera de la persecución decretada en su contra por la dictadura de Juan Velasco.   Así mismo, Roca fue solícito interlocutor aprista de la bancada del PPC (liderada por Luis Bedoya Reyes) de la Asamblea Constituyente de 1978 para que ese cuerpo  legislativo sacara adelante la carta magna a la cual el mismo Haya de la Torre le auguró una vigencia superior al siglo XX y a la que los sectores radicales de la misma se negaron a firmar (todos amigos de Villarán), desairando al fundador del aprismo. Gracias al PPC, en cambio, hubo Constitución y democracia a partir de 1980.   ¿Qué tan seria puede ser esta veleidad del hoy secretario de relaciones Internacionales del PAP, de proclamarse “el verdadero aprista” que no vota por la derecha? Nada, absolutamente nada, igual a la incurable frustración que exhibe y lo afirma como  un pigmeo de la política local.