El presidente estadounidense pidió a la comunidad internacional que se implique en el proceso de paz y reclamó que se extienda la moratoria para la construcción de asentamientos judíos. La polémica de la sesión llegó de la mano de Ahmadinejad quien acusó a EEUU de orquestar el 11-S.
La principal ambición en política internacional de Barack Obama en estos momentos es conseguir la paz de Oriente Medio. Esto quedó muy patente el jueves en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, donde abogó por la presencia de un Estado palestino independiente en la Asamblea de 2011. Pidió un sincero esfuerzo de ambas partes y la involucración de la comunidad internacional. Algo que no pudieron escuchar los miembros de la delegación de Israel que se ausentaron de la sesión para, oficialmente, asistir a una fiesta religiosa. El presidente estadounidense pidió a los delegados de los países que creyeran en el proceso de paz que se ha iniciado recientemente y se involucraran en el mismo: “Así cuando volvamos aquí el próximo año podemos tener un acuerdo que permitirá admitir a un nuevo miembro de Naciones Unidas, a un Estado palestino independiente y soberano viviendo en paz con Israel”. Obama, sin embargo, fue prudente y salomónico, consciente del difícil equilibrio que debe mantener en su condición de mediador entre Israel y Palestina. Invitó a los países que dicen apoyar a Israel a que “comprendan que la verdadera seguridad del Estado judío requiere una Palestina independiente que permita al pueblo palestino vivir con dignidad e igualdad de oportunidades”, y a quienes defienden a los palestinos a que apuesten por los métodos pacíficos “cómo única manera de lograrlo”. Este proceso se enfrenta a un primer escollo, y no es otro que el fin de la moratoria para la construcción de los asentamientos de judíos en territorio árabe. Obama insistió una vez más en la necesidad de extenderla para poder avanzar en las conversaciones...
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