Ana Torroja dijo que habría ido a Cuba si la hubieran invitado

 Ana Torroja, vocalista de Mecano por más de una década, vuelve al ruedo discográfico con una producción, la quinta en su aventura en solitario. Sonrisa es el nombre con el cual Torroja bautizó su nueva placa, haciendo clara alusión al momento que vive. "Quiero gritarle al mundo que estoy feliz y contagiar esa felicidad si es posible", explica la artista quien en los años 80 fue catalogada como la mejor voz del pop español. Es precisamente por ello que su nuevo disco viene cargado de 10 temas en los que la energía y la vitalidad son -a confesión propia- el sello que más le distingue de sus anteriores producciones musicales. "Llevaba un tiempo necesitando hacer esto, debe ser que no era el momento y ahora sí lo ha sido", comenta entre risas al hablar de que las baladas han pasado finalmente a un segundo plano. "Sabía que podía cantar así, pero la gente se empeña en escribir baladas para mí", apunta con relación a esta suerte de ruptura en su estilo. Para dar forma a este material, Torroja recurrió a la colaboración de amigos y a la musa propia. Es así como las rúbricas de la española Airam Etxániz, el venezolano Andrés Levín y ella misma se mezclan para dar sentido coherente al sonido de Sonrisa. Sobre el asunto, la artista aclara "hay una cosa que me dijo Sole (Giménez), de Presuntos implicados, y es que se cantan mejor los temas que escribe uno, y realmente es así". De su pluma salieron las canciones Tiempo y Porque no puedo, el primero abordando el poder curativo del transcurrir de los días, y el segundo, dedicado a los dos amores de su vida: su marido Rafael Luque y su hija Jara, de cinco años. Tras experimentar la maternidad en 2005 y un accidente de tránsito hace dos años que la acercó a la muerte, Torroja no tiene reparos en asumir que estos sucesos le cambiaron la vida. "Son dos cosas diferentes que tienen una cosa en común, el ser madre y el volver a nacer hacen reconciliarte con el niño que se lleva dentro y que nunca deberíamos perder", asegura. Con ánimos, de ayudar al prójimo, Ana se ha involucrado de manera más pública con causas humanitarias, específicamente con Vocesx1fin, en su capítulo africano. "A través de este disco y otras cosas, me han dado la oportunidad de dar a conocer la situación de Mali, que es una realidad difícil y que vamos a intentar ayudar en la medida de lo posible", cuenta. ¿Vocación de servicio público y social? "Siempre lo he hecho en silencio porque soy bastante reservada con esas cosas. Quizás la gente no lo sabía, pero también tengo esa misión en la vida, callada, pero la tengo". Dada su amistad con Miguel Bosé y su vena de activista, ha extrañado no verla en los recitales por la paz. "Si hubiera estado invitada hubiera ido con los ojos cerrados, habría ido a Cuba con gusto", admite.

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