El tribunal había condenado a muerte en el 2006 al procesado _el conductor de una mototaxi_, después de declararlo culpable de 360 cargos de violación por los actos que, según la fiscalía, cometió durante el año que su esposa trabajó en Hong Kong.
Filipinas suprimió la pena de muerte en junio del 2006 y la Corte de Apelaciones de Manila ratificó la declaración de culpabilidad al hombre, pero le redujo la sentencia a 40 años de cárcel, la máxima de ley, por cada cargo de violación, según una copia del dictamen obtenido el viernes.
La víctima, hoy de 22 años, tenía 13 cuando comenzó su calvario en enero del 2001. Dijo que su madre se había a Hong Kong para trabajar como ayudante doméstica y la dejó a ella y otros dos hermanos con su padre en Los Baños, una localidad al sur de Manila.
La joven afirmó que su padre la obligó a que tuviera relaciones sexuales con él casi a diario, salvo cuando ella estaba en su periodo o en los días feriados, cuando el hombre la obligaba a que le hiciera sexo oral.
La situación llegó a su fin cuando ella y sus hermanos pasaron unas vacaciones con parientes de su madre. Al término de las vacaciones, la adolescente no quería regresar a su casa, rompió en llanto y contó a la familia que su padre la violaba. La madre regresó de Hong Kong y la apoyó para que presentara la denuncia.
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