Rusell Brand ha estado en varias ocasiones en tratamientos de rehabilitación para curar sus adicciones a las drogas y al alcohol. Ya ha aprendido la lección y ha cambiado sus hábitos.
El cómico ha decidido que sus fiestas van a ser exentas de alcohol y drogas. Para su despedida de soltero, asistir a partidos de fútbol o hacer meriendas con sus amigos eran sus planes ideales.
Finalmente, comenzaron la celebración en un hotel y acabaron en un club de baile. Eso sí, una fiesta sana. "Fue la fiesta más sobria en la historia de los clubes nocturnos", dijo el propietario.
Y es que Russell quiere ser el mejor marido que pueda tener su prometida, Katy Perry. "Es un honor para mí haber encontrado a alguien que me importa tanto".
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